Más de 30 años de devoción a la Virgen de los Dolores

Año con año, fieles feligreses a la Virgen de los Dolores mantuvieron viva la tradición de regalar el “agua de cuaresma” durante este viernes de Dolores.

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Tal es el caso de Rosalinda Caudillo, vecina de la colonia Miguel Hidalgo, quien desde hace más de 30 años regala agua a aquellos que con devoción se acercan a persignarse o rezarle a la imagen de la Virgen de los Dolores que exhibe a las a fueras de su negocio y este año no fue la excepción.

Rosalina Caudillo narró que, como cada año, prepara el agua tal y como le enseño su abuela con productos como betabel, naranja, rábanos, plátano, y la tradicional lechuga.

Dijo que, pese a la situación económica, ella optó junto a su familia a realizar un esfuerzo económico para hacer el agua tal y como desde hace más de 30 años, pues aseguró que “la virgen le da para más”.

“Tengo más de 30 años con esta tradición, uno de mis familiares me regaló esta Virgen de los Dolores y desde entonces preparamos el agua como me enseñó mi abuela, con todas sus frutas y verduras, y aunque sí está más caro todo, año con año le hacemos el esfuerzo para hacer el agua como Dios manda, pues la Virgen nos da para eso y más”, mencionó.

Para Rosalina Caudillo, el mantener viva la tradición de regalar un vaso con el “Agua de cuaresma” es más que regalar por conmemorar un día, es dar gracias a la Virgen de los

Dolores y a Dios los regalos y milagros que día con día reciben ella y su familia.

“Mi hija ya se involucra, al igual que yo, ella ya está aprendiendo para que esta tradición que esperó que continué en mi familia por el resto de los años”.

El agua de dolores o también conocida como las Lágrimas de la Virgen, representa este hecho católico, cuando la Virgen María, en su advocación de la Virgen de Dolores, lloró lágrimas de sangre ante la pasión y muerte de Jesucristo, su único hijo, por lo que esta preparación por medio de su color rojo busca hacer alusión a la sangre derramada por Cristo, siendo una forma de recordar este suceso religioso.

Mientras que cada una de las frutas que la componen tienen un significado, tal es el caso del betabel que brinda un color rojo a la bebida representando la sangre de Cristo que fue derramada en su crucifixión, en el caso de las frutas se representa la fertilidad de la tierra, en total son 7 ingredientes que representan los 7 dolores por los que pasó la Virgen María durante la procesión de su hijo.