Ni el tiempo de traslado, ni la lejanía a su trabajo le impidió a Emilia Santillán Hernández, quien desde hace cerca de 50 años se dedica a la docencia en las comunidades rurales más lejanas en Guanajuato, brindar de enseñanza a las nuevas generaciones.
La maestra Emilia, como sus alumnos la conocen, tiene más de 45 años como maestra, es parte de las 19 mil 458 maestros y maestras que existen en Guanajuato.
Narró cómo fue que desde un inicio poco le importó con tal de poder lograr su sueño de poder ser maestra y poder vivir de su pasión.
“Cuando yo inicié, hace más de 40 años, me quede a fuera de la escuela Normal Oficial allá en Guanajuato, junto a mi hija que tenía un mes de nacida para poder recibir mi papel que me avalara como maestra, por lo que espere muchas horas”.
“Hasta casi las ocho de la noche salió una persona y en la mano me dio el nombramiento para poder trabajar en la que fue mi primer escuela como maestra, la primaria 18 de Agosto”, narró la maestra.
Su pasión por enseñar, la llevaba a sobrepasar los límites como maestra, pues incluso , cuando cambio de escuela a una en el municipio de Xichú, Guanajuato, ella hacia todo lo posible para que sus alumnos vivieran menos sus carencias y se dedicaran a estudiar, pues para ella, el conocimiento salva vida.
“Un tiempo estuve trabajando en el municipio de Xichú, en donde la calidad de vida era un poco más difícil, pues primero que nada tenía que viajar con mis dos hijos en brazos hasta allá, y llegando allá me daba cuenta que muchos niños que iban a la escuela, sus papás no tenían ni para un lápiz, por lo que yo, de donde viera compraba o recogía pedazos tirados para que ellos pudieran escribir y hacer sus tareas”, dijo.
“Ya después, como diez años me regresó de nueva cuenta a Irapuato, en donde me tocó lidiar con muchos alumnos, sin embargo, hubo una ocasión me tocó darles clases a lo que muchos maestros mencionaban como el grupo con más rebeldía, por lo que me dispuse a cambiar esa imagen de ellos y lo logré, cambiando también su perspectiva de la vida”, mencionó.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
Durante su carrera como maestra dio clases en el Colegio Amado Nervo, primaria 18 de Agosto, primaria Juana Hidalgo, escuela Josefa Ortiz de Domínguez, escuela Francisco I. Madero en Venado de San Lorenzo, y Teódula Fuerte Orozco.
Tras 45 años de servicio, actualmente es directora en la escuela Margarita Solís Rangel, en donde, desde otro lado, sigue manteniendo su pasión por la docencia.