Luis Enrique Gallaga es un irapuatense que comenzó a participar en la Cabalgata de Reyes Magos desde hace más de 10 años y el carro alegórico que diseñó representa muchos de los íconos de la ciudad, llevando el sentido de identidad a quienes observan el recorrido, todo a raíz de los recuerdos de su niñez.
En entrevista, narró que cuando era un niño, sus padres lo llevaron a ver la Cabalgata y ahí fue cuando todo comenzó, pues formaron su sueño de ser parte de esta tradición tan importante para la ciudad de Irapuato.
“Todo comenzó cuando era pequeño, mis papás me llevaron a ver el desfile y quedé enamorado, desde ahí quise formar parte de la Cabalgata, pero por falta de tiempo de mis papás, no pude hacerlo, sino que fue hasta hace 14 años que me invitaron a participar y no dudé en hacerlo”.
Contó que al inicio no tenía idea de cómo decorar su camión, ya que debía de ser una temática nunca vista y fue así como se dio cuenta de que ningún otro contingente representaba la identidad de Irapuato, decidiendo entonces que representaría un lugar importante para la ciudad y que fuera fácil de reconocer.
“El primer año que asistí con mi contingente no tenía ni idea de lo que iba a hacer, porque la idea debía ser innovadora, fue cuando me puse a investigar sobre los camiones que año con año participaban y me di cuenta que ninguno trataba sobre la identidad irapuatense, fue como decidí recrear un lugar importante para todos y para que aquellas personas que ya no viven aquí lo pudieran identificar y se sintieran orgullosos, y así elegí el Puente de Guadalupe”.
Agregó que él, en conjunto con una costurera, se dedicaron a confeccionar la vestimenta para las y los niños que todos los años acompañan su contingente, haciendo una investigación exhaustiva para crear los disfraces perfectos que combinaran con la decoración.
“En tema de los disfraces, quería que fueran representativos de los años 40, leí varios artículos, libros, me la pasaba buscando en internet, pasé días sin dormir hasta que diseñé la vestimenta que llevarían puesta las y los niños que formarían parte del contingente, me basé en la ropa de los indígenas, en caso de las niñas les agregué fresas hechas de lentejuelas para que al momento de que los reflectores las apuntaran, brillaran y por parte de los niños, en el cintillo, donde van las balas, les puse fresas también para evitar lo bélico; todo esto fue posible con ayuda de nuestra costurera de confianza, Ángeles, quien entendió a la primera la idea que había plasmado; tardó quince días en replicarlo y hasta las y los padres de familia de las y los niños les encantaron”.
Comentó que normalmente la preparación del camión la realiza a finales de noviembre, para poder tener tiempo de sobra para afinar cualquier detalle y también, describió la imagen de su contingente, diciendo cuales son los elementos que lo conforman.
“Lo hemos logrado, ya que muchos jóvenes nos ayudan como parte de su servicio social; el camión, además de tener la estructura de herrería del Puente de Guadalupe donde las y los niños irán, contamos con una canasta gigante que rellenamos con fresas fabricadas de unicel, las personas que van a pie también llevan pequeñas canastas con fresas artificiales, le ponemos un mural que nos proporcionó el artista Fernando Medina, el cual representa las locaciones más importantes de la ciudad”.
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Concluyó contando que sus hijos han querido continuar con esta tradición, involucrándose en la preparación de su tráiler, provocando una felicidad indescriptible por haber sembrado la semilla en su familia de continuar con su granito de arena en la Cabalgata de Reyes Magos de Irapuato.