El hidrocarburo que traía el agua del canal de la comunidad Carrizalito llegó hasta el río Guanajuato.

Esta situación provocó que personas que viven y trabajan cerca de este cauce sufrieran mareos y dolor de cabeza por el olor penetrante del hidrocarburo.

En un recorrido realizado por El Sol de Irapuato por la ribera del río Guanajuato, en su paso por la comunidad Carrizalito, pudo comprobarse la presencia física de hidrocarburo; incluso, personas que pasaban por el lugar se detenían a ver de dónde provenía el penetrante olor y comprobaron que de nueva cuenta el río había sido contaminado con combustible, como sucedió en julio pasado.

En la orilla del río y pegado a las ramas pudo observarse el combustible, una capa oscura y aceitosa, mientras que en la corriente del agua flotaba una capa amarillenta, en el lugar pudo percibirse ligeramente el olor a hidrocarburo.

Las personas que viven cerca de la orilla del río comentaron que el olor a combustible puede percibirse cuando pasan cerca de la zona y al salir de sus hogares.

María Cristina Juárez, quien vive muy cerca del río, comentó que a causa del olor a combustible su esposo e hija amanecieron con un intenso dolor de cabeza, lo que impidió que fueran a trabajar, pero no sabían de dónde provenía hasta que pasaron cerca del río donde descubrieron las manchas aceitosas en la corriente del agua.

“Mi esposo y mi hija amanecieron enfermos, se quejaron que tenían dolores de cabeza y mareos, pero no sabíamos ni por qué, los vecinos tampoco comentaron nada, pero cuando salimos de la casa notamos más intenso el olor y acabamos de ver que es del río otra vez”, dijo María Cristina Juárez.

En el interior de la comunidad el olor no fue percibido, por lo que hubo habitantes que no notaron la contaminación hasta que tuvieron que pasar por el puente del río para salir del lugar, como Martín Torres Corona, habitante de la comunidad, quien dijo que él no se había dando cuenta del olor ni del derrame del combustible, ya que su casa está más adentro de la comunidad, pero hasta que tuvo que pasar en su bicicleta por la zona, percibió fácilmente el aroma; mencionó que su hermana presentó dolor de cabeza, pero no conocía la causa.

En un recorrido por el río Guanajuato a la altura de las colonia El Trébol y El Encanto, pudo observarse que apenas la corriente llevaba consigo un poco de combustible, donde incluso trabajadores de la zona aseguraron que a lo largo del día han estado percibiendo el olor, como Ricardo Ramírez, uno de los trabajadores, quien mencionó que tuvo que tomarse unas pastillas para los mareos y el dolor de cabeza a causa del aroma.