En las sombras del pasado, entre la majestuosidad de la actual Catedral de Irapuato y la quietud del Templo de San José, se erigía un monumento conmemorativo, un tributo eterno a los valientes Niños Héroes de Chapultepec. Entre los años 1947 y 1953, el pueblo de Irapuato levantó con esmero un jardín y una rotonda en memoria de aquellos jóvenes que sacrificaron sus vidas en defensa de su patria durante la Guerra México-Estados Unidos, en 1847.

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Este espacio, ubicado frente a la primaria Aguiluchos de Chapultepec, no era solo un lugar de piedra y mármol, era un símbolo de honor, coraje y sacrificio. En cada escultura, en cada flor que florecía en primavera, se tejía la historia de seis jóvenes cadetes del Heroico Colegio Militar: Juan de la Barrera, Juan Escutia, Francisco Márquez, Vicente Suárez, Agustín Melgar y Fernando Montes de Oca. Estos valientes muchachos defendieron el Castillo de Chapultepec contra las fuerzas invasoras, mostrando un valor inquebrantable que quedó grabado en los corazones de los mexicanos para siempre.

La rotonda, con sus elegantes columnas y cúpula que representaban la bravura y el sacrificio, se convirtió en un lugar sagrado.

Padres llevaban a sus hijos para contarles la historia de estos héroes, maestros llevaban a sus estudiantes para impartirles una lección de patriotismo y turistas de todas partes del país se maravillaban ante este monumento que trascendía el tiempo.

Sin embargo, en el año 1965, un viento de cambio sopló sobre Irapuato. El Plan Guanajuato, un ambicioso proyecto de modernización, trajo consigo la demolición de este querido monumento. La rotonda, que durante años había sido un faro de inspiración, fue reducida a escombros, para dar paso a la construcción de la Plaza Abasolo. En el proceso se perdió una parte invaluable de la historia y la identidad de la ciudad.

Hoy, aunque el jardín y Rotonda en Honor a los Niños Héroes de Chapultepec ya no se alza físicamente en ese lugar, su espíritu perdura en las memorias de aquellos que alguna vez lo vieron. Sus historias de valentía siguen siendo contadas y su legado vive en los corazones de los mexicanos que aprecian y honran el sacrificio de estos jóvenes héroes. Que esta historia perdida sirva como recordatorio de la importancia de preservar y proteger nuestros monumentos y sitios históricos, para que las futuras generaciones puedan aprender de las lecciones del pasado y encontrar inspiración en las hazañas de aquellos que vinieron antes que ellos.

Irapauto de Mis Recuerdos es:

Información y fotos: Acervo Irapuato de Mis Recuerdos
Artes Digitales: Abril Nava y Saraí Silva

Inclusión: Carlos Uribe.
Administración: Lic. Jesús Arévalo Rosales.