Jesús Palafox, miembro de la asociación Irapuato Freseros Volks, habla con orgullo de su "Rata Oxidada", un Volkswagen que ha sido transformado y personalizado a su gusto durante los últimos dos años. Dijo que “tener un vocho con este estilo es un privilegio”, es un sentir por la transformación que ha ido teniendo.
El emblemático vocho, conocido como la “Rata Oxidada”, lleva 20 años con Jesús, quien desde 2022 decidió darle un nuevo look, añadiendo diversos accesorios para captar la atención de quienes lo ven en carretera y en las ciudades donde lo exhibe, señaló.
En entrevista para El Sol de Irapuato, Jesús recuerda cómo inició la idea de la transformación “Mi vocho estaba bien pintado, pero un día me chocaron y la salpicadera quedó dañada y con el tiempo, empezó a oxidarse la pieza”, para entonces empecé a ver algunos reportajes en revistas y pensé en que este vocho tendría que oxidarlo. Este estilo, conocido como ‘Rat’ en Estados Unidos, consiste en tener partes oxidadas pero con buen funcionamiento.
Para Jesús, exhibir su vocho es una experiencia gratificante. “La gente se sorprende cuando lo ve. Me dicen que es un buen trabajo, que les trae recuerdos por los accesorios que lleva, como la hielera de Coca-Cola, el triciclo, la jaula, los peluches, y las ratas de peluche, que lo hacen muy original”. Además, trae piezas de carros antiguos.
El apoyo de su familia ha sido crucial en esta aventura. “Mi hija siempre me acompaña en mis viajes, junto con mi esposa y mis otros hijos. Nos gusta agregar más accesorios al vocho, lo que llama aún más la atención en carretera.”
La “Rata Oxidada” no solo capta miradas, sino también genera reacciones positivas. “Cuando voy en carretera, la gente me pita, graba o se toma fotos con el vocho cuando estoy estacionado. “Es una sensación increíble”, comenta Jesús.
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Sin embargo, mantener un vehículo tan único tiene sus costos. “Los accesorios originales son caros. Por ejemplo, la hielera de Coca-Cola de los años 70, las piezas abatibles alemanas y los rines costaron bastante. Pero nunca dejó de invertir en él.”
Jesús Palafox dice con una firme declaración de amor por su vocho, “es lo mejor para mí y no lo vendo.” Tengo 20 años con él, me han ofrecido buenas ofertas, pero quiero que permanezca en mi casa mientras yo viva.” Concluyo.