La Plaza Madero se denominó de esta manera a partir del año de 1947, en lo que antiguamente llevó el nombre de Plaza de las Celebraciones (1589-1929), en lo que hoy es la pequeña plaza que se delimita por los Portales Carranza, al sur; Guerrero, al oeste; Edificio Tomé, con su banco y hotel al norte, y la parte de la Plaza Hidalgo al este.

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Tuvo otro nombre en 1929, edificándose en el lugar un hemiciclo dedicado a la Revolución Mexicana, por lo que llevó algún tiempo el nombre de Plaza de la Revolución (1929-1947).

En un inicio, la Plaza de las Celebraciones simplemente servía para congregar al pueblo irapuatense, que por muchos años sólo fue un puñado de ciudadanos y que, sin embargo, de acuerdo al Cedulario Puga, donde se encuentra la mención de que en 1589 se nombra Congregación a nuestra actual ciudad.

La Plaza de las Celebraciones abarcó los tres periodos de población de Irapuato: 1589 Congregación, 1826 Villa y 1893 Ciudad y aún hasta 1929 conservó el nombre.

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En el año de 1929 se construyó un hemiciclo al que se le llamó Plaza de la Revolución, en el que se usó parte del mármol que se destinó al fallido Teatro de la Comedia, que se interrumpió su construcción, debido a la Revolución Mexicana de 1910. En 1947 se le dio forma de glorieta y estacionamiento para los autos que aún circulaban por ese lugar y se le llamó desde entonces Plaza Madero; su atractivo principal es que desde 1947, con motivó de los festejos de la fundación tradicional de Irapuato, la fuente que por muchos años se creyó florentina o de los delfines se trasladó del interior del entonces Mercado Aquiles Serdán al lugar que hoy ocupa, frente a la antigua tienda de ultramarinos del Nuevo Mundo, hoy Sears y es Imperial.

En 1964 dejó de ser una glorieta, para incorporarse a la zona peatonal del centro de la ciudad.

En 2021, gracias a las gestiones ante los organismos que recopilan los diferentes documentos sobre el II Imperio Mexicano, se descubrió que la fuente de Guanajuato, llamada de Los Tritones, data de 1852 y fue un regalo del hacendado minero Marcelino Rocha, mientras que la de Irapuato se instaló en 1866, siendo donada durante la visita de los Emperadores Maximiliano y Carlota, en decreto del año de 1864.

Mismo molde, diferente origen y de ninguna manera gemelas y menos trillizas.