Joel Aguilar Torres tiene 65 años y es originario de Morelia, Michoacán, pero en Irapuato ha encontrado la oportunidad para cantar sus melodías, para con ello sobrellevar la discapacidad visual que tiene.
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Actualmente se dedica a tocar la guitarra afuera de establecimientos de comida, para solventar los gastos de sus medicamentos y para mantener a su esposa, quien por su edad no puede ayudar a conseguir dinero.
“Toco la guitarra todos los días aquí en las quesadillas por el Cbtis, empiezo desde que abre y me voy en cuanto cierran, esto lo hago más que nada para poder mantener a mi esposa que ya tiene una edad muy avanzada y no puede ayudarme con los gastos, hay que comer pero también trato de sacar lo de las gotas”.
Contó que tiene ya más de una década que inició con su discapacidad visual, todo a raíz de que se enfermó del hígado y no pudo ser candidato a cirugía; además, dijo que con lo que consigue al día no le alcanza para solventar todos los gastos que tiene.
“No veo bien desde hace 14 años, me recetaron medicamentos en gotas, pero hay veces que no tengo suficiente dinero para comprarlos; al día saco como 180 pesos, a veces la gente si me apoya mucho, pero hay veces en las que no saco mucho, las gotas salen a 150 pesos; o comemos o tengo el medicamento”.
Joel Aguilar narró cómo inició a tocar la guitarra y también cómo fue que consiguió su instrumento actual gracias a un desconocido que lo escuchó.
“Cuando estaba chiquito, mi hermana me llevaba al coro de la iglesia y ahí fue donde me enseñé a tocar la guitarra, lo dejé mucho tiempo, pero lo retomé cuando me enfermé, nada más que mi guitarra ya estaba un poco destartalada y un señor que pasó por aquí me dio esta y sinceramente me encanta este instrumento”.
Contó que gracias a un amigo suyo puede trasladarse desde su hogar hasta donde se establece para tocar música regional, pero en las ocasiones que debe moverse sólo, no tiene tantos problemas gracias a que conoce el camino.
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“Vivo en Las Américas, no batallo tanto para moverme, porque tengo un amigo que me ayuda a llevarme y traerme, pero hay veces en las que no puede y me tengo que ir solo, lo bueno es que me aprendí bien el camino, pero eso sí, me tardo mucho más llegar a mi casa”.