Irapuato está de fiesta, hoy celebra su fundación con 474 años de historia, una ciudad que con el paso del tiempo se ha convertido en el orgullo de sus habitantes por su transformación, ya que a través de la historia ha logrado dar pasos importantes para convertirse en un importante municipio tanto a nivel estatal, nacional e internacional donde es conocido por el cultivo de sus diamantes rojos, las fresas.
Haciendo un recorrido por la historia nos encontramos que Irapuato en sus primeros años fue habitado por pobladores indígenas, principalmente chichimecas, tarascos y otomíes quienes con su sudor, esfuerzo forjaron una cultura de gente trabajadora para después dar paso a la formación de haciendas virreinales.
De acuerdo a información recabada en el Archivo Histórico Municipal de la ciudad, parte de la construcción de las primeras haciendas virreinales se dio gracias a que Irapuato formó parte de la principal abastecedora de cereales del país, pues pese a que inicialmente el Bajío no integraba las regiones del país con el paso del tiempo fue posicionándose en producción de granos.
El Dato...
Chichimecas, otomíes y tarascos fueron los primeros habitantes de Irapuato quienes forjaron una cultura de gente trabajadora
En tiempos prehispánicos el territorio irapuatense estuvo integrado al interior del Valle de los Chichimecas, en el área fronteriza situada hacia el norte del río Lerma zona que dividía alas culturas mesoamericanas de las tribus cazadoras conocidos como chichimecas.
En Irapuato se cuenta con registro de 24 sitios arqueológicos que muestran la ocupación de su suelo en diferentes momentos, por la ubicación geográfica del municipio es probable que Irapuato integró la zona de influencia de Chupícuaro, cultura que se identificó por la hechura de preciosas figuras de cerámica.
Fue a principios del siglo XVIII cuando se dio el florecimiento agrícola en la zona bajío del país y con ello en Irapuato las haciendas se formaron de la fragmentación de estancias y no de su extensión, la mayoría de los sitios de ganado se dividieron en lotes, los más extensos fueron heredados y los pequeños fueron ofertados a pequeños propietarios.
Algunas de las estancias dieron paso a la creación de varias haciendas, por ejemplo el sitio de mayor ganado de Temascatío se repartió en tres haciendas como son San José, San Nicolás, y San Juan Temascatío, mientras que la estancia Tomelópez se dividió en dos, las Haciendas Tomelópez de los Aguilera y Tomelópez de Barreto que fueron de los primeros asentamientos de ganado en Irapuato.
A lo largo de su historia Irapuato ha sido un importante productor de grano, hortaliza y ganadería, sin embargo, fue en el año de 1849 que dio inicio el cultivo de fresa con plantas que fueron importadas desde Francia, ya que el clima del municipio y la tierra es propicio para el cultivo de esta frutilla que actualmente le da identidad a la ciudad.
La ciudad es cuna de grandes personajes de la historia, uno de ellos Vasco de Quiroga quien siempre fue allegado a los indígenas con la finalidad de velar por el bienestar de ellos, escuchándolos y dándoles respaldo ante la sociedad de aquel entonces como lo eran los virreyes.
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Otro de los ilustres personajes de Irapuato es Bartolomé Sánchez Torrado quien el día primero de enero del año 1603 acompañado de varios amigos fundó la Villa Salamanca.
Ramón Barreto de Tábora es uno de los personajes icónicos de la ciudad ya que siempre fue un hombre preocupado por la religiosidad de la población y por su interés en la educación de la niñez, tras culminar su carrera profesional como abogado fue ordenado sacerdote como lo constata el documento de Fundación del Convento de San Francisco en la Congregación de Irapuato.