Florentino Negrete de 80 años de edad fue invadido por el miedo el 18 de agosto de 1973 cuando la presa de El Conejo se desbordó y provocó la inundación de Irapuato recordada por la infinidad de pérdidas materiales y cientos de muertos que dejó.
El irapuatense recordó que aquel día salió de trabajar de la Del Monte y se dirigía al banco a cobrar su cheque acompañado de sus dos hijos cuando se percató que en bulevar Díaz Ordaz a la altura del templo de San Juan Bosco comenzaba a observarse "Un hilito de agua" que anunciaba la inundación de Irapuato, sin embargo, pocos lo creyeron y cientos de familias perdieron su patrimonio.
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"Íbamos ahí por San Bosco y vi que en medio del camino se veía un hilito de agua, ahí fue cuando supe que podía pasar algo muy feo y me fui a mi casa para avisarle a mi familia, pocos creían pero terminó por ser verdad y fue muy tarde ya que perdimos nuestro patrimonio".
Su mayor preocupación era el bienestar de su esposa e hijos, relató Florentino, por lo que regresó a su vivienda ubicada en la calle Río Nazas para subirlos a la azotea y ponerlos a salvo del peligro que representaba el agua, ya que el nivel superaba el metro de altura.
- Terror vivieron los irapuatenses en la inundación de 1973
"Gracias a Dios solo fueron perdidas materiales, mis hijos y mi esposa están bien, fue difícil reponernos de lo material pero la inundación solo queda como una anécdota para nosotros".
Fueron momentos difíciles los que se vivieron en Irapuato aquel 18 de agosto de 1973, pues según el relato de testigos decenas de ciudadanos perdieron la vida en el estacionamiento subterráneo de la tienda Blanco al quedar atrapados.
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Borregos y otros animales muertos e incluso ataúdes eran arrastrados por la corriente de agua, contó Florentino, quien dijo que, la necesidad de alimentarse obligó a varios a rescatar cadáveres de cerdos para satisfacer la necesidad de la gente, ya que durante cuatro días carecieron de comida.