Impulsan en Irapuato creación de biogas a partir de desechos agrícolas

Investigadores de varias instituciones y respaldados por el Cinvestav están llevando a cabo este proyecto que contribuye a tener biocombustible y así disminuir la contaminación

Oscar Reyes | El Sol de Irapuato

  · lunes 28 de noviembre de 2022

El equipo de investigadores del proyecto. / Fotos: Jesús Gutiérrez | El Sol de Irapuato.

Un grupo de científicos de varias disciplinas y de diferentes instituciones académicas están llevando a cabo un proyecto para convertir los desechos de la actividad agroalimentaria, como bagazo de maguey o el rastrojo de maíz para crear biogas; el proyecto está siendo piloteado en Irapuato.


El objetivo es crear biogas con desperdicios agrícolas.



Ana Elizabeth Maruri Montes de Oca, doctora en Ciencia Sociales e integrante del grupo de científicos que llevan a cabo el proyecto denominado “Producción de biocombustible para uso rural, a partir de desechos agropecuarios”, explicó a Organización Editorial Mexicana que esto es llevado a cabo, a partir de la optimización de consorcios microbianos y también por el uso de metagenómia.

“Hemos trabajado una primera fase que fue denominada Etapa Semilla, así se dio la génesis de este proyecto, a mediados de 2020, y actualmente estamos por concluir el primer año de trabajo, mismo que se efectuó en 2021.

Suscríbete a nuestra edición digital

“El proyecto está pensado para un periodo de tres años, en donde se buscará que en las comunidades de El Comedero y San Agustín de los Tordos, en donde lleva a cabo la aplicación del mismo, conozcan cómo se puede generar el biogás, para ello resulta necesario dominar el funcionamiento de un biodigestor, este último es el elemento tecnológico que permitirá dar cuenta de una alternativa en la generación de la energía y en el que las personas de las comunidades podrán utilizar residuos agropecuarios y convertirlos en biogás”.

El proyecto, el cual es financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, contempla utilizar todos los residuos del campo, pues éstos contienen energía y lo que se busca es extraer la misma, a través de un sistema de biodigestores para producir el gas y que ese gas lo utilice la comunidad.


Con un sistema de biodigestores se creará el biogas.


Además, después de que los residuos salen del biodigestor, éstos pueden compostearse y regresarlos al campo, con lo cual se aportan nutrientes a la tierra, además de que la práctica de quemar las patas de las siembras se eliminaría y con ello se contribuiría a la no afectación del medio ambiente.

Ana Elizabeth Maruri Montes de Oca dijo que en la realización de este proyecto participa un nutrido grupo de investigadoras e investigadores de diversas áreas del conocimiento y de diversas instituciones, “en donde el objetivo común es contribuir al desarrollo del país, mediante la investigación científica y el desarrollo tecnológico, con incidencia en el ámbito rural, pues la apuesta está en construir alternativas energéticas, como la bioenergía”.


El proyecto contempla energía a partir de la actividad agrícola.


El grupo de científicas y científicos lo conforman Víctor Olalde Portugal, Maribel Hernández Rosales y Agustino Martínez Antonio, todos ellos del Cinvestav Irapuato; también participa Alfonso Manuel Sepúlveda Gálvez, del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro; María del Rosario Reyes Santiago, del Instituto Tecnológico de Oaxaca; Humberto Martínez Martínez, del Instituto Tecnológico Superior de Abasolo; Bárbara Beatriz Moguel Rodríguez, de la UNAM Juriquilla; Alejandro Zaleta Aguilar, dela Universidad de Guanajuato, María Teresa Castillo Burguete, del Cinvestav Mérida; Roxana Ramírez, del Instituto Tecnológico Superior de Teposcolula, y la propia Ana Elizabeth Maruri Montes de Oca, de la Universidad Autónoma del Estado de México.



Ana Elizabeth Maruri Montes de Oca explicó que aparte de que el proyecto está auspiciado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, cuenta con también con el respaldo institucional del Cinvestav Irapuato, que ha tomado el carácter de institución responsable, “y es sin duda un baluarte, pues este proyecto radica en la incidencia, en poder llevar a cabo la implementación y desarrollo de un sistema innovador, que a su vez es técnico y social para el aprovechamiento energético, utilizando los residuos agropecuarios y el uso de biodigestores y con ello es posible mejorar las necesidades energéticas y generar beneficios sociales, ambientales y económicos”.



Así, Irapuato es la sede en donde este proyecto se está aplicando y de tener los resultados esperados, se busca replicarlo en el país, para con ello generar energía a través de desechos de la actividad agrícola.