Durante los últimos meses la importación de automóviles fabricados y exportados desde China con un común denominador, todos son más baratos que cualquiera de las marcas presentes en el país, lo cual ha ocasionado que las marcas que fabrica México comiencen a dejarlas de lado.
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Así lo dio a conocer, Alejandro Rangel Segovia, secretario técnico del Sindicato de los Trabajadores de la Industria Metal Mecánica (Sitimm), en entrevista exclusiva para la Organización Editorial Mexicana, quien explicó que desde hace ya algún tiempo, una nueva amenaza” ha comenzado a asechar a la industria automotriz en México y esta proviene de uno de los fabricantes más grandes del mundo, China, quienes han comenzado apostarle a la fabricación de autos, producidos en su totalidad en aquel país, con componentes de los que ellos más fabrican y que por consecuencia el precio de estos es muy accesible, en comparación de las gamas de automóviles que hay en el mundo.
Esto, y la llegada de estos automóviles a Norteamérica y Latinoamérica pondrá en aprietos a las empresas productoras de piezas para empresas automotrices, por lo cual, aseguró que en un periodo no mayor diez años, esto podría representar un problema serio para la misma.
Rangel Segovia, explicó que, por ejemplo, China es uno de los principales exportadores de los metales con los que se fabrican los microchips, mismos que son de suma importancia para este sector, por lo cual, a ellos ya contar con estas necesidades dentro de su industria, estos podrían acapararlos, lo cual, podría acortar esta oferta de insumos necesarios para el sector.
Otro ejemplo, es el precio, pues la venta de estos automóviles ya fabricados y con diseños muy similares a los que hay en el mercado llegan a costar hasta 50% menos de lo que cuesta uno de las marcas más vendidas en estos países, por lo que resaltó que esto podría generar que personas opten por comprar estos autos.
“Una de las principales cosas con las que nos estamos enfrentando es con el precio, esos autos provenientes de China son hasta 40, 50% más baratos que cualquier gama, pues si uno de cuesta entre 900 mil a un millón 200 dependiendo la marca, estos te salen hasta en 500 mil pesos, y muchas veces hasta con diseños muy similares, por lo que la gente obviamente los preferiría”, dijo.
Por ello, advirtió que de no regularse esta venta, las empresas en el país, y principalmente en el estado podrían colapsar, dejando una severa perdida para las empresas, incluso provocando el cierre de ellas.
“Sí esto sigue ocurriendo, y la presencia se sigue presentando cada vez más, esto si nos va a generar severos problemas en un lapso no mayor a diez años”.