IRAPUATO, GTO.- Hace más de 40 años las familias irapuatenses se reunían cada domingo en el “EI Dique”, un lugar que estaba a la orilla del Rio Silao, el agua estaba cristalina y sobre una roca se formaba una pequeña cascada que los niños usaban para divertirse, los adultos hacían carnes asadas y todos convivían a la orilla del río.
Hoy en día, eso sólo es una vieja historia que los adultos cuentan a los niños y jóvenes, que aunque sí llegó a ocurrir, es imposible que vuelva a suceder, y es que al que anteriormente todos conocían como “El Dique”, hoy es un cementerio de llantas, de basura y escombro, apenas corre el agua por el lugar, la cual es de color verde y grisácea, pero siempre sucia y apestosa, ante la indiferencia de las autoridades.
En menos de 50 años los ríos de Irapuato se contaminaron, ahora están intocables, las personas prefieren alejarse de las orillas y, si es necesario caminar cerca de uno, se cubren la nariz para evitar oler el pestilente olor de su agua.
La belleza de los ríos dejó de importarle a los ciudadanos y a las autoridades, ya que poco a poco las personas descaradamente comenzaron a arrojar llantas, bolsas de basura, escombro, animales muertos, muebles e incluso electrodomésticos a los ríos, hasta destruir la belleza y limpieza que los identificaba, más tarde comenzaron a llegar las empresas, creció el corredor industrial y el agua se contaminó más, por lo que ríos ahora son conocidos como una de las zonas más sucias, descuidadas e insalubres del municipio.
Entre más crezca la ciudad, más contaminada estará
El desarrollo y crecimiento de la ciudad también ocasionó la contaminación, pues gran parte del Rio Silao se encuentra rodeado de zona urbana, por lo que en sus orillas se puede observar que las personas arrojan la basura y pilas de escombro hasta que esta va cayendo lentamente hasta llegar al agua verdosa.
Mientras que aquellas zonas donde aún no hay casas, sus orillas están intactas, sin basura ni muebles viejos, pero sí con el agua contaminada que la corriente va arrastrando.
Los irapuatenses que aún recuerdan haber entrado a nadar al rio, incluso sentarse a su orilla a contemplar el lugar, relacionan el crecimiento de la ciudad con la contaminación, ya que antes había pocas construcciones a orillas del río, había menos empresas, menos autos y menos habitantes.
Tener ríos limpios como hace más de 40 años es una utopía
La contaminación ha comenzado a inquietar a las nuevas generaciones de Irapuato, han realizado marchas, proyectos e investigaciones, para poder concientizar a las autoridades y a la sociedad de la grave situación de los ríos.
Sin embargo, limpiar los ríos todos los días o una vez a la semana, no será la solución, sino que es necesario que los ciudadanos dejen definitivamente de arrojar toda clase de desechos como neumáticos y plásticos a estos lugares, al igual que las empresas.
Pero mientras las personas no tengan la cultura del cuidado ambiental, tener unos ríos limpios seguirá siendo una utopía.