Génesis Belmar es una joven de 26 años que desde hace tres años se ha dedicado a brindar servicio de Uber, una labor que es poco común ver a mujeres realizando esta actividad, ella comentó que debido a la inseguridad ella decidió ofrecer viajes solamente a las mujeres, quién lo ve como una labor social.
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“Tengo ya tres años trabajando como Uber, decidí empezar por cuestiones económicas, ya que me quedé sin trabajo, pero como tenía coche fue cuando me animé a trabajar en esto, primero empecé a trabajar con toda la gente, pero sólo fue por seis meses y fue como comencé a atender a puras mujeres, justo fue cuando comenzó a ser más común la inseguridad y las chicas no querían viajar con algún hombre desconocido”.
Contó que lo que más le pregunta la gente sobre su profesión es si vive con miedo, teniendo una respuesta afirmativa, ya que la delincuencia y la inseguridad es algo que actualmente abunda y más contra las mujeres, pero aseguró que a pesar de tener miedo, ella continúa trabajando de Uber porque lo percibe como una labor social, ya que ayuda a las mamás trabajadoras a llevar a sus hijas e hijos a la escuela y ve que estas acciones inspiran confianza y tranquilidad.
“La pregunta que más me llegan a hacer es que si no me da miedo y la verdad es que sí, que en algún momento sea víctima de la inseguridad y la delincuencia, pero a final de cuentas lo siento como una labor social porque hay muchas mamás que trabajan y requieren que sus hijas vayan a la escuela, y yo les ayudo, así se sienten más tranquilas y cómodas”.
Narró que ha recibido comentarios negativos de su empleo principalmente de los hombres, ya que por lo regular ellos van muy a prisa al manejar y al rebasarla le gritan que maneja mal por ser mujer, ella convencida dijo que estos comentarios no le afectan en lo más mínimo, ya que ella es consciente de que es capaz de realizar cualquier tarea o trabajo, ya que, las mujeres cuentan con las mismas capacidades que los hombres.
“Me han hecho comentarios, sobre todo los hombres, en la calle cuando me ven manejando y al parecer los hombres viven con prisa, me han dicho ‘Tenías que ser mujer’ cuando me rebasan, pero las mujeres somos muy precavidas y no debería de hacer ese tipo de comentarios, pero es lo que normalmente te encuentras día con día manejando, yo creo que a final de cuentas es una situación que no debería de darse en nuestra vida, tenemos las mismas capacidades que los hombres para trabajar en esto, probablemente nos ven como el sexo débil y no creo que deba ser así, desempeñamos el empleo de la misma manera que lo podría hacer un hombre”.
Mencionó que su mamá al enterarse que quería ser Uber la quiso detener por la misma razón de la inseguridad, en la que se expondría al brindarle servicio a personas totalmente desconocidas.
“Mi mamá fue quien más me puso peros para entrar a trabajar en esto, todo el tiempo me marcaba, me decía que me cuidara mucho y temía que me pasara algo, ya que esta labor se trata de recoger a gente que no conocemos de nada y no sabemos sus intenciones, yo sabía que tengo las capacidades, he tomado cursos, me he capacitado para este trabajo y no queda de otra que seguir adelante y demostrar que no somos el sexo débil”.
Aprovechó para aconsejar a todas aquéllas mujeres que por miedo o por prejuicios no han tomado la iniciativa de dedicarse a lo que ellas quieran, dijo que a pesar de que sea difícil, se debe salir de la zona de confort para poder salir adelante.
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“Tenemos que demostrarnos a nosotras mismas que somos capaces, que podemos y quitarnos ese miedo de salir de la zona de confort, también quitarnos el miedo de lo que la gente nos vaya a decir, hay que iniciar lo que nosotras queramos sea la profesión que sea”.