Ganaderos regresan al campo; tienen altas expectativas por las lluvias

Durante los dos pasados años, durante la sequía, sobre todo en las zonas de temporal, campesinos no tenían siquiera lo que sobraba de la siembra

Fernanda Garduño / El Sol de Irapuato

  · domingo 7 de julio de 2024

Quienes tienen ganado volvieron a salir con él, tras dos años de incertidumbre. / Fotos: Jesús Gutiérrez / El Sol de Irapuato

Ganaderos en Irapuato fueron uno de los sectores más afectados durante la sequía, actualmente el territorio municipal ha tenido lluvias de moderadas a fuertes lo cual ha traído a este sector una nueva esperanza.

Durante los dos pasados años, durante la sequía, sobre todo en las zonas de temporal, campesinos no tenían siquiera lo que sobraba de la siembra para dar alimento a su ganado, muchos tuvieron que vender varios ejemplares, o todos, en cambio ahora con julio recién llegado y con más de dos semanas de constantes precipitaciones, al fin pudieron volver a salir a pastorear, los animales volvieron a probar el pasto de los cerros y campos.

José Vázquez tiene un rebaño de chivas, el cual apenas empezó a llover volvió a sacar para que estas pudieran pastar, con la lluvia constante esperan que todos los terrenos tengan hierba para poder ayudar a la alimentación de su ganado.

“Cuando no hay nada para el ganado sale bien caro comprar por fuera, la paca de rastrojo en días pasados andaba en 70 pesos y cuando llueve empieza a bajar, los animales ya tienen donde comer porque con esta agüita salió el zacatito, el río de la entrada ya bajó agua también, arriba también ya tiene poquita”, dijo el campesino de la zona de Aldama.

Durante el tiempo de sequía, campesinos hicieron lo posible por subsistir, primero trataron de salvar sus tierras de siembra y recolectaron el residuo para el alimento del ganado, sin embargo al segundo año, durante 2023, empezaron a sufrir hasta para obtener cosecha en sus tierras, del pasto en los terrenos ya no había ni rastro, y durante 2024, cuando inició la temporada más cálida, el temor los llevó a vender a sus animales pues algunos ya ni siquiera soportaban caminar a los abrevaderos.

“Estuvo peor que el año pasado ahorita, el año pasado se nos hicieron largas y ahora fue un poco más larga la seca y el calor más fuerte, a mi no se me murieron los animales por el calor, porque ando pegado siempre dándoles agua y de comer, siembro y junto la pastura y le doy en las secas, les echó un puño de maíz para que se ayuden, porque quien compra le sale carísimo y no le conviene”.

Con la lluvia, José ha podido ver una nueva esperanza, tanto en los campos al salir con su rebaño, hasta en las tierras que siembra con maíz blanco.

“Gracias a Dios, ahorita en una semana más de lluvia estará al doble el zacate y ya van a comer a llenar”.

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