Floristas de Irapuato comenzaron su regreso a las labores en la nueva normalidad tras la reciente reapertura de los panteones, los comerciantes tuvieron más de un año con ventas bajas y pérdidas de aproximadamente el 80 por ciento de sus ingresos.
Aunque era normal ver decenas de puestos de arreglos florales, naturales y artificiales, a las afueras de los panteones, esta vez fue notoria la disminución de los negocios, pues muchos de los comerciantes tuvieron que buscar otras opciones para subsistir durante más de un año que los panteones permanecieron cerrados.
“Cuando empezó todo seguían viniendo a vender, pero con el paso de los días muchos dejaron de asistir por que a veces por mucho vendían 80 pesos, otros días ni siquiera se hacían la cruz”, relató Fernanda Cárdenas, una de las pocas comerciantes que permaneció activa todo el tiempo de la pandemia.
Con más de 25 años de experiencia, Fernanda y su madre, quien es la encargada del lugar. subsistieron con la venta de arreglos para los cuerpos que entraban diariamente al panteón Guadalupano y de Los Olivos.
Aunque durante el lunes notaron un gran incremento de las ventas, desconfían de la situación y temen que un posible rebrote afecte nuevamente su negocio, pues no resistirían otra crisis.
“Que sigan viniendo, vamos a estar a la disposición, pero que también se cuiden y respeten todas las medidas para que podamos terminar esto lo más pronto posible”.
Otra de las dificultades a las que algunos comerciantes se han enfrentado es al saqueo de sus locales.
Eso fue a lo que se tuvieron que enfrentar floristas que laboran afuera del Panteón Municipal a quienes les robaron tanques de gas y otros electrodomésticos que tenían al interior de sus puestos.
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“Nosotros estábamos todo el día aquí, así que con mucho trabajo pusimos nuestras estufas para la comida y ahora llegamos y ya no hay nada”, lamentó Mónica González, quien fue la única florista del estacionamiento el panteón que abrió su puesto.
“Hoy estoy feliz porque tenía mucho que no se veía una venta como la de hoy, es una bendición poder regresar a trabajar, estoy sana y a diferencia de otros que la pasaron más mal, tuve para mantener mi negocio”.
“Lo que me da mucho coraje y tristeza es que hubiera personas que aprovecharon la crisis para beneficiarse de lo que tanto trabajo nos costó conseguir”.