La fecha de Día de Muertos está cada vez más cerca y los sembradíos de flores tradicionales, como el cempasúchil, la garra de león y flores de nube, están casi listas para esta celebración.

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Mario Barajas es un hombre que lleva apenas dos años consecutivos en la floricultura y comentó que éste es un negocio en el que a veces hay ganancias muy buenas y a veces se pierde, debido a que la materia prima necesaria es costosa.

“No tengo mucho conocimiento aún sobre las flores, ya que uno nada más la siembra y la vende, a veces se sale a raya, pero hay que seguir sembrando, lo bueno es que la flor sí se vende.

“La inversión para este trabajo es bastante, debido a que el bombeo de agua es costoso y se ve reflejado en los recibos, pero si me hubiera confiado en la temporada de lluvias, hubiera perdido todo, por eso a la larga es mejor el agua de los pozos”, contó en entrevista con El Sol de Irapuato.

Aseguró que el proceso es algo tardado, desde la siembra hasta la venta de estas flores, teniendo una duración de cuatro meses.

“Este es un proceso algo largo, se empieza a sembrar por ahí del 24 de junio, el día de San Juan, y está lista para antes de que se termine el mes de octubre, es necesario que se le aplique fertilizante, herbicidas para las plagas, abundante agua; este proceso tiene la duración de cuatro meses”.

Explicó que su sembradío tanto de la flor de nube como la garra de león ya se encuentran listos para iniciar con las ventas, en cambio, las cempasúchil se tardarán dos semanas más.

“La flor de nube y la garra de león ya están listas para la venta, pero nos esperamos a cortarla a que lleguen los clientes por ellas, las flores de cempasúchil aún les falta unas dos semanas para terminar de desarrollarse”.

Añadió que su modo de venderlas es dependiendo a lo que el cliente requiera, así sea un solo ramo, hasta cantidades más grandes para la reventa.

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“Vendemos dependiendo de lo que el cliente requiera, hay veces en las que sólo vienen por un manojo para llevarle a sus familiares a sus tumbas y otras en las que se dedican a revender las flores en los panteones y se llevan un surco, lo manejamos por tablas que miden 50 metros, nos adaptamos a lo que el cliente necesita”.