Florencio Quijama, mejor conocido como “El Tío”, es originario del estado de Oaxaca y durante más de 30 años se ha dedicado a la preparación y venta de buñuelos, un postre típico de su región aprendiendo la receta y técnica de elaboración de estos por su tío haciendo que esto sea un trabajo generacional.
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En entrevista, explicó cuáles son los ingredientes que usa y cuál es el proceso que se lleva a cabo para la preparación de dicho postre.
“Para hacer la masa usamos harina, agua natural fría, vainilla, canela, azúcar, anís, poquito royal y se le pone las yemas de dos huevos y eso es lo que le da el color amarillo. Esto lo hacemos por la noche y por la mañana, antes de empezar a usarla, la dejamos reposar aproximadamente media hora, después la separamos haciendo bolitas del mismo tamaño, luego le doy forma de tortilla y una por una la extiendo en una cazuela de barro volteada con ayuda de un rodillo; antes este proceso era distinto, la masa se ponía sobre las rodillas y se iba amasando con el rodillo, ahora se hace con la cazuela para que sea mucho más ágil.
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“Al terminar de estirar la masa, se meten a freír hasta que estén doraditos y se espolvorea con azúcar y ya depende del gusto de cada quien se puede dejar remojando en miel de piloncillo que nosotros también hacemos”.
Comentó que también prepara el café de olla, una bebida típica del estado de Oaxaca que fue creada en tiempos de la Revolución.
Contó que gracias a la venta de buñuelos ha podido salir adelante junto con su esposa y también pudo pagarle sus estudios a cada una de sus hijas.
“Este negocio gracias a Dios nos da para pagar los gastos y fue la fuente de ingresos principal que sirvió para pagarle los estudios a mis cuatro hijas”.
Mencionó que tal vez la tradición familiar desaparezca, ya que ninguna de sus hijas se interesó por aprender, pero aseguró que mientras él pueda seguir trabajando lo hará con mucho entusiasmo.
“A ellas no les llama la atención seguir con el negocio familiar y si ya no quieren continuar con esta tradición se va a acabar conmigo, pero lo seguiré haciendo todo el gusto del mundo hasta donde se pueda”.