Como cada año desde hace más de un siglo, habitantes de la comunidad La Candelaria se vistieron de manteles largos para celebrar a la Virgen.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
Petra Ramos Lozano y su familia llevan con honor la responsabilidad de organizar una gran comida y la misa a la Virgen en una capilla que está ubicada en la calle De Los Patos, 45 años son lo que Petra lleva haciendo la fiesta, los primeros años inició a hacerla solo con su familia, actualmente vecinos de La Candelaria y hasta de El Zapote cooperan para que la fiesta pueda llevarse a cabo.
Pero detrás de la tradición de la familia García Lozano se encuentra una historia de más de 200 años de antigüedad pues en la capilla que su familia empezó a hacer para la virgen, se encuentra una imagen de Cristo que ha ido pasando de generación en generación en la familia, la misma se conserva en excelente estado, aun después de haber sobrevivido a un incendio.
La historia de aquella imagen que se encuentra en el centro de la capilla, inició con un hecho que hasta la fecha parece insólito, y es que hace más de 200 años según calculó Petra Ramos la imagen de Cristo fue tallada en un pedazo de mezquite en forma de cruz, el cual en un principio sería destinado para hacer leña.
“Eso fue en lo que es hoy la colonia San Juan de Retana, cuando metieron ese pedazo para leña no se quemaba, y decidieron hacer un Cristo”.
La imagen permaneció en San Juan de Retana por varios años, pero justamente recibió la bendición un dos de febrero, día de la Candelaria, tradición que se ha seguido hasta la fecha.
Pero no es todo, pues Petra comentó que la imagen sobrevivió a un segundo incendio ocurrido también en San Juan de Retana, pues en una ocasión el altar en el que estaba colocado ardió y la imagen salió completa, solo con unas marcas parecidas a llagas en sus brazos, fue entonces que sus familiares la llevaron con ellos hasta que terminó quedando bajo su responsabilidad hace aproximadamente 45 años.
“La imagen ha acompañado a mi familia por generaciones, recibió su bendición el dos de febrero y vinimos a quedar aquí en La Candelaria donde mientras vivamos nunca va a faltar su rezo y fiesta”.
Después de eso, Petra aun en su juventud, recibió como regalos de otros habitantes de la comunidad, las imágenes de la Virgen de la Candelaria y San Juan de Los Lagos, que se encuentran también en la capilla y lucen cada dos de febrero llenas de veladoras y arreglos florales.
“Quienes me regalaron las imágenes ya murieron, me las dejaron para que nunca les faltara el cuidado y su fiesta”.
A lo largo de su vida Petra Lozano, su esposo Fernando García, sus nueve hijos y varios de sus nietos le ayudan para la preparación de una deliciosa comida para quien acuda a la fiesta, toda la gente llega para convivir y hacer una oración a la Virgen.
Ya en la nueva normalidad, habitantes de la Candelaria prepararon todo para hacer la fiesta en grande, comercios con antojitos, dulces y juguetes llenaron la calle De los Patos, también prepararon el terreno para que la banda comenzara a tocar, las calles de la comunidad se llenaron de alegría para gente de todas las edades.