Se llama Fernando y es un joven de apenas 15 años, quien se ha trazado la meta de rescatar a perros en situación de maltrato y abandono, a pesar de que quienes se dedican a esta labor se enfrentan a situaciones complicadas, pero que ello no ha sido impedimento para que abandone su objetivo.
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Fernando tiene aproximadamente tres años de dedicar su tiempo a cuidar y alimentar a los animales que más lo necesitaban. Todo inició a sus 12 años, en su antigua residencia en la colonia Las Liebres, en donde inició dando alimento a los perros que abandonaban en esa zona.
“Llevo tres años, pero primeramente inicié dándoles de comer a los perritos de la colonia Las liebres, actualmente empecé a ir por perritos de otras colonias”, contó.
Relató que en su antiguo domicilio contaba con 25 perros rescatados, los cuales poco a poco pudo darles un hogar digno y amoroso, pues quienes le rentaban la casa, al poco tiempo, le fueron quitando el privilegio de poder tener a los animales, así que decidió cambiarse de casa para seguir con su noble trabajo.
“Sabemos que algunos de los reportes que recibimos los perritos se encuentran en condiciones deplorables y hay que ayudarles a descansar. Hay casos que sí logran tener una segunda oportunidad, pero ahorita la adopción es muy baja, entonces algunos son llevados al santuario ubicado en Salamanca, llamado ‘Los peludos felices, Husva’”.
Narró que para encontrar a un candidato ideal es necesario tomar la precaución de hacer un protocolo de adopción, pidiendo la identificación oficial del adoptante, comprobante de domicilio y fotos periódicas del animal, todo esto para comprobar que está en buenas manos y así evitar que vuelvan a vivir en malas condiciones.
“Consta de INE, se entrega el perrito directamente al domicilio del adoptante y las fotos las pido durante tres meses, una por semana.
“A partir del sexto mes, las fotos se piden mes con mes y también se les agenda una visita al pasar seis meses”.
Actualmente Fernando tiene a su cuidado dos perritas rescatadas en la veterinaria, ‘Alegría’ y ‘Sarna’, las cuales sobrevivieron a sus respectivas historias de abuso.
“A Alegría la aventaron al canal de Españita en una mochila, tenía días tirada ahí, me la reportaron y fui a buscarla, pensando que alguien ya la había recogido, porque la publicación del reporte tenía muchas reacciones, pero al bajar al canal ahí estaba.
“Estaba llena de garrapatas y pesaba aproximadamente 900 gramos; su pancita estaba llena de bolsas y olía muy mal; a los dos días de su rescate subió al kilo.
“Ella ya consiguió adoptante, pero como tiene un problema con su patita, queremos entregarla con todas sus vacunas y esterilizada.
“Sarnita tiene ya tres meses aquí con nosotros, sigue en adopción. Estaba tirada en un camino de terracería con fiebre y sarna. Ella tiene cinco meses de vida y Alegría tiene dos años”.
La difícil labor de ser rescatista
Fernando comentó también que ha tenido el disgusto de ver muchísimos casos tristes y que no todos terminan de forma positiva. Por la misma razón de que hay perros en peores condiciones que otros, una de las alternativas que se toman es la de sacrificar al perro para así evitar que siga sufriendo.
“Han sido muchos los casos feos que me han tocado ver desde perros macheteados en la colonia Valle Verde.
“He querido tener un control pero me ha tocado rescatar hasta tres perritos al día. Hay muchas veces que además de no encontrarles hogar, el tratamiento es caro, los fondos escasean o su calidad de vida no sería la misma y optamos por dormir a los perritos; por eso mucha gente tiene problema conmigo, hasta compañeros rescatistas me han dicho que soy un mata perros, pero deben entender que es por darles una muerte digna y no una vida llena de sufrimiento”.
Gracias a que mucha gente sigue su trabajo desde su página de Facebook “Perritos Perdidos Irapuato”, donde le llegan los reportes de más animales en situaciones de calle y maltrato; también recibe donaciones, las cuales son directamente usadas para la causa.
Indicó que tiene un proyecto en curso, donde se están pidiendo donaciones para lograr abrir un refugio donde puedan recibir y ayudar a más perritos. Lo que se está pidiendo como donativos son croquetas, productos para la limpieza, lonas, malla sombra, cemento, ladrillos, tubos de PVC, mangueras, cubetas, escobas, pastillas desparasitantes, postes, malla para pollo, tarimas, focos, pintura vinílica y llantas.
Fernando hasta ahora siente una enorme satisfacción por su arduo trabajo, aunque dice que al ver tan seguido casos tristes ha pensado en dejar de rescatar pero le es imposible dejar a su suerte a animales inocentes.