Familia Melendez coloca un nacimiento lleno de recuerdos

La figura del niño Dios los acompaña desde hace 45 años

Fernanda Garduño | El Sol de Irapuato

  · domingo 19 de diciembre de 2021

En la familia Melendez no es la excepción, Martha de 65 años tiene un hermoso nacimiento adornando la entrada de su hogar. / Fotos: Víctor Cruz | El Sol de Irapuato.

En estas fechas los nacimientos adornan salas y cocheras de varias familias Irapuatenses que con alegría y dentro de las posibilidades de cada hogar, hacen esto en señal de adoración a Jesucristo.

En la familia Melendez no es la excepción, Martha de 65 años tiene un hermoso nacimiento adornando la entrada de su hogar, cada pieza del mismo representa un recuerdo de su vida.


Cada pieza del mismo representa un recuerdo de su vida.


Comentó que la tradición viene desde sus padres, que cada año con mucho cariño y esmero colocaban un nacimiento muy grande y lleno de luces y adornos, desde pequeña le enseñaron a acomodar todo y a celebrar las fiestas decembrinas.

“Mis papas hacían posadas, ponían su nacimiento muy grande y también eran organizadores de las pastorelas”.

Ahora Martha cuenta con dos figuras de niño dios, una fue recibida el dia de su matrimonio civil como regalo de sus padres, esto hace 45 años la otra figura es una herencia de su madre y tiene mas de 65 años en la familia.

“Yo contraje matrimonio civil el 24 de diciembre y ese fue uno de los regalos de mis papas, el otro lo tengo desde que perdí a mis padres, es una herencia y ahora los dos están conmigo”.



Ademas en su nacimiento resaltan detalles con troncos de un árbol, mismo que fue plantado por su padre cuando era niño.

“Mi papa plantó el árbol cuando tenia 5 años, con el tiempo este concluyó su ciclo de vida y se secó, los troncos no han salido de la casa, y hoy adornan mi nacimiento, es como si de esa manera mi papá estuviera conmigo”

Si bien en el presente Martha no tiene la oportunidad de dirigir tantos eventos como lo hacían sus padres, si aprovecha las fechas para unir a la familia desde el momento de colocar el nacimiento.

“Este año he estado un poco enferma de la espalda, iba a poner algo muy sencillito pero mis hijos fueron los que dijeron que no, que se siguiera haciendo todo grande y ellos me ayudaron mucho”.

Martha espera que la tradición en agradecimiento a Dios continué por muchas generaciones pues ya le enseñó a sus hijos a seguir haciéndolo y ahora ha empezado a invitar a sus nietos.