La contingencia sanitaria no sólo ha afectado a los comerciantes y empresarios, sino también a aquellos jóvenes que trabajan y estudian, como Mariana Ramírez quien en las últimas semanas se ha esforzado por cumplir con las clases en línea y vivir con la mitad de su sueldo en el establecimiento de comida donde labora.
De Viva Voz...
“Hasta ahora he podido salir adelante, cumplir con mis clases a distancia de la universidad y seguir teniendo trabajo, sólo esperamos que las ventas mejores para recibir mi sueldo completo”.
Mariana Ramírez
Mariana Ramírez tiene 21 años de edad y estudia la carrera de ingeniera industrial, pero para poder pagar sus estudios y ayudar con los gastos del hogar, ella entró a trabajar a un establecimiento de alimentos en la zona centro, justo un mes antes de que iniciara la contingencia sanitaria en Irapuato.
En su primer mes, Mariana asistía por las mañanas a la universidad, mientras que por las tardes, aprendía a cocinar crepas y a atender a los clientes, pronto pudo adaptarse a su horario laboral y escolar.
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Sin embargo, llegó el coronavirus a Irapuato e inició la contingencia sanitaria, donde se les obligó a todos los establecimientos a cerrar sus puertas y a laborar sólo a través de envíos a domicilio, entonces Mariana estuvo trabajando unas semanas así, hacían crepas que eran encargadas por los clientes, pero las ventas ya no fueron las mismas, pues al propietario del negocio dejó de alcanzarle para pagarles el sueldo completo a sus empleados.
Por esa razón, Mariana y sus compañeras fueron enviadas a sus casas durante dos semanas, sin ningún tipo de paga, la trabajadora aseguró que si fuera madre de familia o si su hogar dependiera de ella, hubiera sido muy complicado, ya que incluso, dos de sus compañeras tuvieron que renunciar y buscar otro trabajo para mantener a sus familias.
Durante esas dos semanas, Mariana aprovechó para ponerse al corriente con sus clases a distancia, pues contó que no es lo mismo que acudir al salón de clases, e incluso es más complicado de lo que parece.
Hasta esta semana, los establecimientos de comida pudieron abrir sus puertas, pero con los protocolos sanitarios, por lo que Mariana pudo regresar a trabajar, y aunque todavía no le pagan el sueldo completo, espera que la situación mejore y pronto las ventas regresen a la normalidad.