César Armando, de 15 años de edad, dedica sus mañanas a estudiar la telesecundaria a distancia y durante las tardes trabaja como bolero en el Centro Histórico de Irapuato. A pesar de su corta edad apoya a su familia sin descuidar sus estudios, pues sueña con convertirse algún día en doctor o militar para servir a las personas.
El Dato...
La familia de César Armando se ha dedicado durante décadas al oficio de bolero, pues fue su abuelo quien le enseñó a limpiar y lustrar los zapatos.
César Armando es el bolero más joven de Irapuato, pues todos los días acude a la silla de bolear que pertenece a uno de sus tíos en la zona centro y, ahí, durante horas, se dedica a la limpieza de calzado; contó que el oficio es de familia, pues su abuelo fue quien le enseñó a limpiar y lustrar los zapatos.
Incluso, César trabajaba por su cuenta con un pequeño cajón en la Central de Abastos, donde ofrecía sus servicios a las personas que acudían a hacer la compra de alimentos, pero además, su mamá es la única mujer de la zona centro que también se dedica a lo mismo.
Sin embargo, ahora se encuentra ocupando el sitio de uno de sus tíos, pues mencionó que este decidió meterse a trabajar a una fábrica por la situación económica a causa de la pandemia, y en su lugar, le cedió su espacio para que pueda ser ocupado por él, el cual le ha servido para tener clientes y apoyar económicamente a su familia.
“Yo lo ayudo aquí a un tío mío para que no pierda su negocio ni silla (...) apenas tengo un mes aquí trabajando, casi no me conocen y por eso la gente casi no viene, pero algunos ya me empiezan a ubicar. El dinero que saco, mi tío me ha dicho que me lo quede, pues yo compro el material que utilizo, pero yo no me quedo con todo el dinero, también le doy la mitad a mi mamá, no me gusta ser vicioso al dinero ni a nada”, dijo César Armando.
César Armando no sólo se dedica al oficio de bolero, pues durante las mañanas acude a clases de la telesecundaria de la colonia Lázaro Cárdenas, y aunque sean a distancia por la contingencia sanitaria, él se dedica a sus estudios, seguró que para él eso es lo más importante, ya que en un futuro le gustaría convertirse en doctor o militar, para así, poder ayudar a las personas.
“Estudio en las mañanas y llego a trabajar a las 10:30 y voy recogiendo como a las cuatro de la tarde, desde las ocho no puedo como el resto de los boleros, porque no tengo tiempo por mis estudios, y por eso, también a veces se me van los clientes, pero quiero seguir estudiando, la única meta es estudiar, el estudio no lo dejo para nada, cuando sea grande quiero ver si ser doctor o militar, aún no me decido”.