Desde hace ocho años, María Guadalupe Jiménez Martínez se ha dedicado a bolear zapatos en el Centro Histórico de Irapuato, y a pesar de recibir discriminación al ser valorada como una profesión para hombres, ha demostrado que las mujeres pueden dedicarse a lo que quieran y que también cuentan con las mismas capacidades.
Así Lo Dijo...
“No hay que dejarnos pisotear, tenemos que echarle ganas y sacar adelante nuestras vidas, trabajos e hijos, las que tenemos”.
María Guadalupe Jiménez Martínez | Boleadora.
El papá de María Guadalupe Jiménez Martínez se dedicaba a bolear zapatos en la zona centro, al fallecer dejó su lugar de trabajo vacío, por lo que actualmente María tomó su lugar, el cual atiende todos los días, donde limpia y lustra el calzado tanto de hombres como de mujeres.
Sin embargo, María Guadalupe aseguró que por ser mujer ha recibido discriminación, insultos y hasta malos tratos por parte de compañeros boleadores y hasta clientes, pues señaló que no es muy común ver a mujeres dedicarse a ese oficio, pero eso no le ha impedido que continúe trabajando, donde incluso tiene que demostrar que las mujeres pueden dedicarse a eso y a cualquier trabajo que deseen.
Mientras trabaja en el sillón de bolear, también vende dulces y semillas, e incluso cuida a sus hijos cuando su esposo esta trabajando en la Central de Abastos, pues aseguró que ha aprendido a no descuidar a sus hijos y a trabajar duro con tal de darles lo necesario, por lo que exhortó al resto de las mujeres, jóvenes, adultas y mayores, a siempre trabajar duro para abrirse paso en el oficio o profesión que quieran, sin importar si los hombres les dicen que no pueden hacerlo.