Las enfermeras militares en el país han tenido un importante rol en distintas etapas históricas, siempre al servicio no sólo de militares y derechohabientes, sino de toda la comunidad.
La Capitana Primera, Elizabeth Hernández Martínez, es una de ellas que actualmente cuenta con 23 años de servicio y una especialidad en terapia intensiva y cuidados coronarios y es jefa de enfermeras del Hospital Militar Regional.
“Ser enfermera militar no es fácil, pues además del conocimiento, se requiere entrega completa, abnegación y sobre todo, humanidad”.
De todos los años que tiene de servicio en distintos hospitales militares, ha estado los últimos tres años en el Hospital Militar de Irapuato, por lo que en sus manos estuvo la dirección del hospital Covid, el cual brindó atención a militares y civiles por igual.
“La Covid es algo que nos marcó a todos, nos tuvimos que adaptar, hicimos hospital híbrido y había quien atendía pacientes Covid, quienes se van ahora a campañas de vacunación y quienes se quedan a actividades hospitalarias”.
La jornada comienza desde las 7:00 de la mañana con el pase de lista y distribución de personal, se dividen en tres turnos, pero eso no significa que las enfermeras tengan hora de salida, pues si algún paciente se complica, jamás lo abandonarán.
“Me ha tocado estar en jornadas de hasta 14 horas ininterrumpidas, al cuidado de paciente crítico, que no me podía mover ni siquiera para ir a comer”.
Para la Capitana Primera Elizabeth Hernández, lo primero siempre ha sido servir a su país, sin embargo lo más difícil ha sido dividir su tiempo al cuidado también de su familia pues tiene ahora a su esposo y una hija.
“Mi esposo es militar también, por eso hemos tenido la oportunidad de mantener la integración familiar, es difícil llevar un hogar y un trabajo pero siempre se puede con dedicación”.
“Con todo lo que conlleva, si tuviera la oportunidad de volver a escoger a que me quiero dedicar, volvería a ser enfermera militar”.
Actualmente en el Hospital Militar se atienden también las jornadas de vacunación las cuales también son coordinadas por Elizabeth Hernández y se han llevado a cabo de manera exitosa y organizada con otras instituciones de la salud.
ENFERMERÍA MILITAR NACIÓ A RAÍZ DE LAS BATALLAS DE LA REVOLUCIÓN.
Un punto importante para el desarrollo de cualquier enfermera militar es conocer la historia y evolución de la enfermería en el país, y entender el nivel de responsabilidad que esto requiere.
La enfermería en México nació en los tiempos de la Revolución Mexicana, quien es considerada la primera enfermera militar fue Refugio Esteves Reyes que tras los enfrentamientos militares formó un grupo de enfermeras llamado ‘Los Ángeles’ y dió atención a los heridos de los enfrentamientos derivados de aquel hecho histórico, sin embargo no fue sino hasta el año 1938 que un 21 de marzo, el entonces presidente Lázaro Cárdenas fundó la Escuela para enfermeras del Ejército Mexicano.
A partir de entonces, la enseñanza de la enfermería militar ha tenido constante evolución en lo que a métodos y tecnología se refiere como en 1946 que fueron añadidas las especialidades de enfermera partera, instrumentista y administración de enfermería, cambiando el nombre de la institución a Escuela Militar de Enfermeras y Parteras.
Apenas hace 5 años, justo el primero de septiembre, el nombre cambió a Escuela Militar de Enfermería y fue abierta la admisión a hombres con la vocación de servir.