Muchos vaticinaron su desaparición, pero no ocurrió. Los discos de vinilo se han mantenido y en la actualidad son uno de los artículos más preciados para las personas melómanas, quienes consideran que tener la música en formato de disco de vinil es la mejor para escuchar la música y para apreciar el arte que acompaña a cada uno de los álbumes.
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A lo largo de la historia musical se ha podido escuchar las canciones y melodías en distintos formatos, pero el más famoso y preciado en la actualidad a nivel mundial es el disco de vinilo, que ha logrado permanecer vigente hasta la actualidad.
Germán Salas Hernández, propietario de la tienda “Zona Rock” en Irapuato y uno de los promotores del rock más influyentes de Guanajuato, contó en entrevista con Organización Editorial Mexicana sobre cómo la industria del vinilo en la actualidad ha retomado fuerza que tuvo en la década de los 80, gracias a que las nuevas generaciones están interesadas en conocer la calidad de sonido que tiene este formato, pero también por la riqueza artística y estética que tienen los discos.
“El vinilo regresó con mucha fuerza, curiosamente ahora que estuvimos en pandemia, porque estuvimos en el encierro y varios recurrieron a la música, otros desempolvaron sus viejos discos, otros más conocieron este formato y si de por sí había un boom del regreso del vinil a gran escala, ahora que hubo tiempo para conocerlo mejor se logró su nuevo boom y hoy es uno de los formatos que más buscan los conocedores de música y los coleccionistas”, relató.
Germán Salas recordó que en los 15 años que tiene en su tienda siempre vendió discos de vinil, “pero hubo una etapa donde no se requería mucho, sólo los coleccionistas habituales lo buscaban, pero el público en general no; actualmente he notado que todo tipo de gente, como jóvenes y adultos, los siguen buscando y yo sigo teniendo en el stock, porque volvió ese gusto por tener el disco físico, pero más que ello, tenerlo en un formato con mejor sonido y en donde el arte de cada álbum se aprecia mejor.
El sonido más puro
Como conocedor y amante de la música y los sonidos, Germán Salas explicó que la valía de los discos de vinilo es que vienen en su formato más puro y destaca el sonido como si se estuviera escuchando a la agrupación en vivo.
Y es que el gusto por los vinilos no es sólo por un tema de romanticismo por lo bien hecho, sino que además su proceso de creación parte de un disco de metal, llamado máster, el cual se obtiene a partir de la técnica conocida como sputtering, que no es otra cosa que la evaporación física de metales en alto vacío y es permite un acabado liso y perfecto. Así, el máster se escucha, se analiza en algo parecido a un microscopio, se le borran las imperfecciones y luego éste mismo máster se usa para imprimir el disco, por lo que es el molde que prensa la resina del disco final. Un proceso, incluso, que aún raya en lo artesanal.
“El formato original de sonido, cuando los grupos musicales y artistas grababan su música, lo hacían en vinilo, existía un arte muy completo en cuanto a las portadas y las fundas interiores, la calidad de sonido de las grabaciones originales se mantenían en sonido LP y el sonido era tal cual, las disqueras fueron cerrando y vendieron el material a otras disqueras y bajaba la calidad, entonces los otros formatos que conocemos, como el caset o de CD son regrabaciones, por eso hay diferencias de sonidos entre unos y otros.
La magia de escuchar y ver
Germán Salas comentó que su gusto por la música la adquirió con la compra de viniles, algunos de los cuales los intercambiaba para así ir ampliando el conocimiento musical, pero la marca de su pasión por ellos le llegó desde su adolescencia.
“Es difícil decir si tengo uno en específico que sea mi favorito, ya que desde antes de que empezara a venderlos, mi colección era de más de mil, pero le tuve aprecio a uno, el “Kiss Alive”, éste me marcó mucho, ya que fue el primero que compré con mi esfuerzo cuando tenía 15 años y el escucharlo y ponerle la aguja en el disco era maravilloso, hasta la fecha ese grupo me sigue gustando“.
Por ello, los discos de vinilo se han convertido en auténticas piezas de colección, pues no sólo son el mejor formato para escuchar música, sino que además se cuenta con arte exclusivo para cada álbum, lo cual permite activar las sensaciones de la vista y el oído con un mismo producto.
“Los discos que tienen ediciones limitadas y que se vendieron pocas copias, son los más caros, eso existe más en Europa, porque son ediciones que no se duplican y estos cuestan como 30 mil pesos.
“Tuve el primer disco de Iron Maiden, la edición original de Inglaterra, el valor que tuvo fue elevado y mucha gente sí lo buscaba, lamentablemente lo vendí, pero tuve oportunidad de recuperarlo en otro formato, pero cuando quise recuperar el vinilo, fue imposible por el costo tan elevado”.
Para Germán Salas, aún queda un futuro prominente para el disco de vinilo, pues aunque hay formatos digitales que buscan emular el sonido de éstos, las sensaciones que provoca el ritual de sacar de su empaque el disco, ponerlo sobre la charola, colocarle la aguja, ajustar el volumen y escuchar las canciones, mientras se aprecia el arte, es algo que sólo este formato musical puede ofrecer.
“Todavía hay futuro, porque el material se ha vendido muchísimo, no nada más como auditivo, sino cómo un artículo de colección, sigue teniendo mucha demanda, sobre todo porque no hay nada como escuchar todo el disco completo de tu artista favorito y a partir de ahí conocerlo más allá de los hits, sino que uno mismo crea su playlist y que es el que acompaña a uno en los momentos de la vida”, concluyó. (Con información de Oscar Reyes).