Se trata del Patio de la Presidencia Municipal, uno de los inmuebles más históricos en Irapuato y que originalmente fue construido en un principio para ser un centro escolar para las niñas del municipio.
Fue el presbítero, Ramón Barreto de Tábora quien donó un terreno y cerca de 80 mil para la construcción de este edificio el cual tuvo la encomienda de ser un colegio o internado para las mujeres jóvenes de esos años.
Los 80 mil pesos donados en un principio no alcanzaron para la construcción como se tenía pensada, pues al comienzo se planeó que este inmueble tuviera más de dos pisos, sin embargo, por la falta de recursos y de tiempo, este sólo pudo ser terminado de una planta.
Esta construcción contaba con un patio limitado por sus cuatro corredores con columnas y arcos a un estilo neoclásico que daban hacía los cuartos de los cuartos utilizados como dormitorios, comedor, recibidor, salones.
Las niñas estuvieron bajo la orden de las monjas francesas de la orden de la Compañía de María quienes iniciaron sus labores en el año 1805.
Durante un periodo de más de 50 años, comprendido hasta 1857, el Colegio de la Enseñanza funcionó con su trabajo educativo, sin embargo, al entrar en vigor, durante la administración del presidente de la República, Ignacio Comonfort, el artículo 3 de la Constitución de ese año, la libertad de enseñanza, el edifico pasó a ser la propiedad nacional.
El Gobierno Federal una vez expropiado este terreno, deseaba fraccionarlo, sin embargo, desde esa fecha bajo el expediente Número 5, 039, Sexta Mesa, sección segunda, que se encentran en los Archivos Nacionales del Colegio de la Enseñanza en el Estado de Guanajuato, se pidió por parte del Ayuntamiento de Irapuato la donación del terreno, siendo hasta el 4 de enero de 1882 cuando se dio entrega oficial de este edificio al municipio de Irapuato, aunque desde 1875 se ocupaba por la administración, pues se consideró este lugar como parte de la historia de Irapuato, con su estilo neoclásico tan característico de la mitad del 1700.
Actualmente, el edificio ya cuenta con dos plantas y sigue siendo la casa del Ayuntamiento o la también denominada “la casa de los irapuatenses”, además de ser uno de los inmuebles más emblemáticos de la ciudad.