El 15 de septiembre de 1929 se dio la inauguración del Estadio Álvaro Obregón de Irapuato.

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El estadio de madera se construyó sobre lo que fue el Panteón de San Antonio. Llego a tener una pista donde lo mismo se hacían competencias de atletismo que ecuestres, además de su función como estadio de fútbol.

Un 15 de septiembre, pero de 1929, se inauguraba el estadio de madera Álvaro Obregón y no sólo jugaba Irapuato, conformado por los mejores jugadores de la fábrica zapatera ISCO y de la Cigarrera El Águila, se jugaba el primer partido internacional en Irapuato y en Guanajuato; el rival: el Sabaria de Hungría. El resultado fue adverso y fue de Irapuato 1 Sabaria 3.

La capilla de San Antonio estaba en proyecto de ser destruida, sin embargo, la intervención de doña Elena Barragán, “La Generala”, evitó que el pequeño templo que hoy ocupa las esquinas de las actuales avenida Torres Landa e Independencia fuese demolido, como era la intención inicial; sin embargo, la inundación del 18 de agosto de 1973 sí acabo con la capilla original. Por medidas debió abarcar hasta la calle Andrés Figueroa, donde hoy está una farmacia de cadena nacional y hasta el Tercer Cinturón Vial de Casimiro Liceaga y por último el tramo de la Avenida Independencia a bulevar Torres Landa, de la llamada colonia Álvaro Obregón.

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La capilla se respetó por pedimento de los vecinos a “La Generala” (doña Elena Barragán), esposa de Jaime Carrillo, que irónicamente fue uno de los principales perseguidores de los Cristeros, durante la Guerra de 1926 a 1929, pero que a petición de su esposa, respetó la Capilla de San Antonio, no así el panteón, que paso a ser convertido en el estadio Álvaro Obregón. Con tribunas de madera, en las laterales del estadio, pero con las cabeceras libres de gradas.

El estadio en sí tuvo una vida efímera, luego de que su funcionamiento sólo abarcó una década, de 1929 a 1939.

Previamente, existieron los estadios, de madera también, de la Estación (junto a la estación del tren, de ahí su nombre). En ese campo Irapuato jugó contra el Nacional de Guadalajara y el Guerra y Marina, de la Ciudad de México.

En el del Estadio del Águila se jugaron partidos ante América, Asturias y Necaxa de la Ciudad de México, mientras que en el Estadio Álvaro Obregón se jugó el primer partido internacional en Irapuato ante el Sabaria de Hungría.