Hablar de Graciela Olmos, "La Bandida", es hablar de una de las mujeres más controversiales de la historia de México del siglo XX.
Debemos separar las historias contadas en la serie de televisión, para tener cautivos espectadores, que no ayudan a la parte histórica y crea una falsa idea en general.
Graciela Olmos nació en 1895 en Casas Grandes, Chihuahua, pero no con ese nombre, sino con el de Marina Aedo. Tuvo una vida muy turbulenta. La hacienda donde trabajaba de sirvienta y su familia fue de las primeras en ser atacadas en 1910 en los primeros ataques a las haciendas del estado de Chihuahua durante el conflicto armado, lo que ocasionó la muerte de sus padres y demás hermanos.
Un caporal la ayudó a escapar junto con uno de sus hermanos de nombre Benjamín; debido a este evento es que cambia su nombre de Marina Aedo por el de Graciela Olmos. Los hermanos se separaron en el camino y ya en plena guerra de la Revolución pierde la pista de su hermano Benjamín, al cual no volvió a encontrar.
Graciela Olmos llega de esta forma a Irapuato, bajando en la estación de ferrocarril donde retoma el papel de sirvienta en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, que no es otro más que el actual Colegio Irapuatense.
En 1913 se reencontró con un viejo amor de su época de la hacienda en Casas Grandes, Chihuahua, José Hernández "El Bandido", quién como parte del ejército de Villa estaba estacionado en el Centro de Irapuato, cuando reconoció a Graciela Olmos, quién se dirigía a comprar alimentos al mercado Joaquín Obregón González. En ese momento, el hoy Colegio Irapuatense estaba ubicado en la calle de San Miguel, actual 5 de Mayo, una Casona que había sido parte del cuartel militar que ocupaba originalmente la cuadra que al día de hoy es el hotel y banco del Portal de Carrillo Puerto, la primera de Guerrero hasta la esquina de la tienda de ropa de caballeros y la calle de Justo Sierra y 5 de mayo en donde hoy está una farmacia de cadena del Estado de Guanajuato. Ahí en esa esquina de la cuadra se encontraba el actual Colegio Irapuatense, antes de cambiar en diversos domicilios sus ubicaciones.
Graciela Olmos pidió a la Madre Superiora del Colegio su salida para seguir a José Hernández, la Superiora le contestó que sólo podía salir casada y así lo hicieron.
Así, Graciela Olmos se convirtió en esposa y soldadera de José Hernández, pero éste murió en 1914, heredando el apodo del difunto marido convirtiéndose en "La Bandida".
Las soldaderas, a las que luego se romantizó llamándolas Adelitas, eran las parejas de los revolucionarios; cuando el hombre moría, muchas seguían a la tropa hasta que algún soldado les pedía fueran su pareja. Vamos pues, la soldadera era pareja de un revolucionario, la Adelita era de cualquiera sin un compromiso moral, civil o religioso. Porque aún las soldaderas rara vez formalizaban su relación.
La mayor estancia de las tropas villistas en Irapuato abarcó de noviembre de 1914 a mayo de 1915, habiendo aprendido a tocar la guitarra, en esa época en que las tropas de Villa estaban estacionadas en la estación de trenes de Irapuato fue cuando dio vida al Corrido del 7 Leguas, la canción que menciona a Irapuato, la estación del tren, a los músicos llamados "Los Horizontes" y a la Brigada Bracamontes.
El estribillo de "en la estación de Irapuato cantaban Los Horizontes, ahí combatió formal la brigada Bracamontes, en la estación de Irapuato cantaban Los Horizontes", y lo leyeron cantando.
Cuando Francisco Villa es derrotado en las Batallas del Bajío, ella abandona la tropa y se dirige al sur de los Estados Unidos y posteriormente a la Ciudad de México, ahí inicia la otra parte de su vida.
Cantautora, soldadera, traficante, prostituta y proxeneta, no en el orden, pero sí todo eso. Llegó a ser la matrona de las mayores casas de prostitución de la Ciudad de México, donde incluso presidentes y secretarios de estado iban a divertirse, allá por el rumbo de la colonia Roma.
Graciela Olmos, Viuda de Hernández, "La Bandida", murió en la capital del país en el año de 1962.
Un personaje bizarro de la historia de México, pero cuya estancia en Irapuato marcó para siempre uno de los corridos más famosos de la historia de la música mexicana dónde se inmortaliza a Irapuato que es nuestro asunto e interés de su vida.
Irapuato de Mis Recuerdos es:
- Carlos Uribe, Inclusión
- Carolina Valdez, Gestión
- Jesús Arévalo, Administración