En Irapuato, uno de los principales exponentes de la danza folclórica es Víctor Manuel Álvarez García, quien ha dedicado más de 25 años de su vida a este arte, transmitiendo su pasión por la danza a nuevas generaciones y enriqueciendo la vida cultural en Irapuato.
En entrevista para El Sol de Irapuato, Víctor Manuel Álvarez comentó que la danza es mi forma de vida, ha significado una transformación total en mi ser, desde adolescente me enamoré de ella y con el tiempo pasé de ser un estudiante a convertirme en maestro, desde entonces ha sido una trayectoria que define quién soy, “La danza no es solo una actividad, es mi esencia."
Víctor destaca que la danza no solo ha sido una expresión artística, sino una puerta hacia nuevas experiencias, gracias a la danza he tenido la oportunidad de viajar y conocer gran parte de nuestro país e incluso el extranjero, pero sin duda, lo más significativo ha sido recorrer los distintos estados de la República Mexicana, lo que ha hecho reforzar mi espíritu nacionalista y que me ha permitido crear valiosas amistades, la danza es una disciplina que te hace crecer como ser humano.
"La danza es una expresión integral que conecta el cuerpo, la mente y el espíritu, y nos vincula también con la tierra, es una forma de transformación personal."
Esta práctica ha tenido beneficios tanto físicos como emocionales, comentó que "A mi edad, la danza me mantiene activo y me permite seguir moviéndome con libertad, es una forma de mantener el equilibrio mental y emocional, porque bailar no solo es una actividad física, también es una terapia que relaja y equilibra la mente."
Uno de los momentos más significativos fue mi primer contacto con la danza folclórica en una presentación de Amalia Hernández, recuerda que sus padres lo llevaron al evento en el antiguo cine Irapuato cuando yo era apenas un adolescente, no quería asistir, pero al verla en el escenario, quedé cautivado por la magia del folclor, ese momento marcó mi destino con la danza.
Ahora, inspirado por aquella experiencia, Víctor se dedica a crear coreografías que celebran la diversidad cultural de México, abarcando desde los huapangos hasta las bodas tradicionales del norte, centro y sur del país.
Aunque reconoce que hoy en día puede parecer difícil motivar a los jóvenes hacia esta disciplina, Víctor asegura que es posible, "No es complicado si les muestras tu pasión por la danza, la clave está en ser paciente, enseñar con dedicación y hacerles entender que es una disciplina que requiere esfuerzo.
"La danza les brinda identidad nacional, los fortalece física y mentalmente y los aleja de los peligros y vicios que se encuentran en las calles".
Por último, Víctor Manuel comparte con orgullo que su mayor logro, que fue haber creado mi propio ballet folclórico, ha sido la decisión más importante de mi vida, esta iniciativa no solo me permitió consolidar mi carrera, sino también dejar un legado para las futuras generaciones.
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El folclor no solo es un espectáculo, es una forma de aprender, crecer y entender quiénes somos como mexicanos, a través de la danza podemos construir una mejor sociedad, más consciente de su identidad y alejada de los peligros que amenazan a nuestra juventud.
Con más de dos décadas de trayectoria, Víctor Manuel Álvarez sigue demostrando que la danza folclórica es más que un arte, es un estilo de vida, una herramienta para la transformación personal y un vínculo con las raíces culturales de México.