El Antiguo Hospital Civil de Irapuato. Esta es su historia

En 1974, el inmueble se demolió, mudándose ya como Hospital Civil a los antiguos Viveros Revolución

Irapuato de Mis Recuerdos

  · domingo 26 de mayo de 2024

La vigencia del Hospital Civil de Irapuato abarcó de 1847 a 1974 en la Calzada Insurgentes. / Fotos: Cortesía / IDMR

Los primeros antecedentes del Hospital Civil de Irapuato se ubican en 1847, a raíz de la invasión norteamericana.

Según relato del historiador Don Genaro Acosta en sus diarios, el cabo del ejército mexicano, Antonio Elizarraraz, tocó las puertas de esa casa propiedad de Rosalio Castro, quién era oriundo de Cuitzeo de los Naranjos, ahora conocido como Abasolo, quien dejó la casona para que se convirtiera en el Hospital Civil de Irapuato 1847.

En la visita de Carlota Emperatriz de México, en el año de 1864, se da nota de tres obras inmediatas.
Ayuda al Hospicio, mejorar las condiciones del Hospital Civil y de la Cárcel de Irapuato, todo en ese año de 1864.

Como gran parte de los centros hospitalarios en México, hablando de la etapa final del siglo XIX y casi la mitad del S. XX, los hospitales del interior del país no eran ni los mejores ni los más equipados.

En 1905, encontramos los decretos donde aparecen como benefactores de las mejoras a don José Covarrubias, Melchor Ayala y el gobernador Joaquín Obregón González. En esta etapa y hasta 1922 estuvo a cargo de las monjas de Corde Jesú.

1922, por orden del presidente Álvaro Obregón, se mejoran las salas y equipamiento del hospital y pasa a la administración del municipio.

1934, se realizó la última gran mejora al hospital civil, agregándose el escudo nacional, sobre la puerta principal de la Calzada Insurgentes.

El inmueble actualmente es parte del CRIS, con entrada principal por Privada 20 de noviembre. Se ubicó casi en la esquina de 20 de Noviembre y Calzada Insurgentes.

En 1974, el inmueble se demolió, mudándose ya como Hospital Civil a los antiguos Viveros Revolución, en el lugar actual de Avenida de la Reforma y Guerrero, donde antiguamente estuvo la Alberca Olímpica Revolución.

Tanto en la cárcel como en el Hospital se improvisaba un lugar para los enfermos mentales.