El parque Irekua, considerado la casa de las familias fue una de las sedes favoritas de las y los irapuatenses para ver el eclipse solar.
Familias llegaron desde temprano, con sus desayunos para convivir previo a ver este fenómeno astronómico.
Algunos se escaparon de sus trabajos, otros pidieron permiso para poder disfrutar de este evento único con sus seres queridos.
Uno de ellos fue Emmanuel Herrera que a sus 28 años es el primer eclipse que puede ver y como trabaja en una escuela de nivel superior, pudo pedir el día para ver el eclipse, por lo cual se preparó con un equipo profesional con el cual grabó en su computadora el eclipse.
Además junto con su esposa consiguieron lentes especiales para observar el eclipse momento a momento.
"Es muy grato para mí poder ser testigo de este evento único, para mí todo esto es un pasatiempo, un hobby así que decidimos venir y verlo desde el parque".
También al pie del Obelisco se reunieron más de 300 personas del Club astronómico Irapuatense, donde colocaron tres equipos para que la gente pudiera observar el eclipse, el secretario del Club, el ingeniero Pablo Orteño señaló que se le dio seguimiento a este gran evento desde Irekua para compartir la vista con la gente y desde las instalaciones del Itesi.
El eclipse generó unión e interacción entre los visitantes a este recinto, pues algunas personas que no llevaron lentes especiales para ver el eclipse se acercaron con quienes sí tenían y compartieron de esa mirada única de un fenómeno que no se podrá volver a observar en México hasta el 2052, un hecho del que muchos asumieron, podría ser el último que vean.
Niños emocionados escucharon historias de sus padres que algunos de ellos pudieron ver el eclipse de los años 90, compartieron las formas en que pudieron disfrutar de este eclipse , muchos de ellos son la tecnología que ahora se puede utilizar para documentar y ver este fenómeno, son precisamente las personas que en su niñez disfrutaron del eclipse de 1991 los más emocionados en poder volver a ver un eclipse de sol.
Algunos simplemente se pusieron a observar la naturaleza y su comportamiento y aseguraron que los pájaros empezaron a regresar a sus árboles debido a que conocen que por unos minutos el paisaje se oscurecerá.