Una de las mayores preocupaciones para quienes vivieron la inundación de 1973 es que este episodio se pueda repetir, algo que es poco probable.
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Así lo señaló el coordinador de Protección Civil y Bomberos, Israel Martínez Negrete, quien dijo que actualmente existe la posibilidad de tomar previsiones para evitar inundaciones, que van desde que ya hay un control de las aguas, como es la presa La Purísima, además de que ésta, cuando ha estado a su máxima capacidad, es desfogada para tener un control del líquido que almacena, además de que ahora se puede conocer en tiempo real la trayectoria de fenómenos meteorológicos y sus posibles afectaciones.
Si bien la temporada de lluvias durante este 2023 tardó en llegar y lo hizo con menos fuerza que en años anteriores, aún no termina y se espera que siga lloviendo, sin embargo, actualmente no existen riesgos de que la ciudad vuelva a vivir una tragedia como la de 1973.
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Israel Martínez Negrete detalló que si bien las presas han subido de capacidad a partir de la lluvia, ninguna se encuentra a niveles que representen algún peligro.
En la actualidad la problemática está más orientada a combatir situaciones propias de las sequías.
“No ha habido problemas, llevamos el monitoreo en zona rural, en anteriores puntos de riesgo y ha llovido un poco más en la zona rural que aquí en la ciudad, en zona rural ya presentan algo de humedad las áreas de siempre, los cuerpos de agua están a baja capacidad, las presas se empiezan a llenar con lo que baja de la parte alta de la sierra y esperamos vernos más bien beneficiados”.
La mayoría de las presas que rodean el territorio irapuatense o se encuentran cerca iniciaron con un 15 a 30% de capacidad. Por ejemplo, la presa La Purísima se encuentra actualmente entre a 40% de su capacidad, mientras que la Presa de Ortega y Ave María se encuentran al 30 ó 40%, respectivamente.
Además, la Presa del Conejo, que fue la que se reventó aquél día de la catástrofe, se ha convertido más bien en un regulador y no existe peligro alguno, explicó.