Desplazamiento forzado, la otra violencia contra buscadoras

“Corremos peligro por hacer lo que las autoridades no han querido, encontrar a nuestros desaparecidos”, personas buscadoras de Guanajuato han sufrido de diversas problemáticas y peligros al rastrear a sus familiares que han sido víctima de desaparición forzada, el temor de ser asesinados o de que sus familias lo sean en el camino de búsqueda por la verdad las ha llevado a otra situación; el desplazamiento.

El desplazamiento es una situación del día a día para personas, sobre todo mujeres buscadoras además de que es poco reconocido por las autoridades, Bibiana Mendoza, representante del colectivo Hasta Encontrarte, mencionó que tan solo en el colectivo correspondiente a Irapuato tienen conocimiento de 15 personas que han tenido que pasar por esto, sin embargo ante la autoridad estos casos solo son considerados cuando los familiares de desaparecidos se ven obligados a dejar sus ciudades, estados o países, cuando diariamente mujeres se han visto obligadas a sufrir de este mismo desplazamiento ocultándose en otras colonias o comunidades, pues han tenido que abandonar sus hogares, de donde muchas veces ha sido donde irrumpieron para llevarse a sus familiares.

“Solo en Irapuato hay muchas mujeres que ya sea porque de su domicilio un grupo armado sustrajo a su familiar para desaparecerlo, como también ha habido otros casos donde las familias siguen en la búsqueda de la persona desaparecida y esas son posteriormente amenazadas y tuvieron que abandonar la casa, alrededor de 15 personas en Irapuato han tenido que dejar todo atrás por este motivo, esas son de las que conoce”.

La voz de cada buscadora inició el momento en el que se llevaron a su familiar, entre las paredes de las Fiscalías, en plazas públicas y ahora hasta en foros internacionales, donde las miradas del mundo se han puesto en México, pero también en cada estado, sobre todo cuando una persona que buscaba verdad ha caído muerta en total impunidad.

“Cuando han asesinado a una buscadora o una buscadora se ha tenido que desplazar de su domicilio, las autoridades suelen contestar que estos hechos son derivados de ser víctimas y no de ser defensoras de derechos humanos, siempre salen las autoridades a decir que era derivado de otros hechos y no de su labor de búsqueda”.

Las mismas buscadoras del colectivo Hasta Encontrarte han vivido momentos de temor y desesperación debido al poco reconocimiento de su labor, a través de los años se han hecho visibles y no solo eso, sino que han hecho visibles los derechos de más colectivos y personas que deciden buscar fuera de la colectividad

GUANAJUATO, ESTADO CON MÁS ASESINATOS DE PERSONAS BUSCADORAS

De acuerdo con datos recabados por la Plataforma por la Paz y la Justicia, en el estado de Guanajuato es donde más personas buscadoras han sido asesinadas en el periodo de 2010 a 2024, esto sin tomar en cuenta a los familiares de buscadores y buscadoras que también han sido asesinados, Guanajuato ocupa el primer puesto con cinco personas asesinadas, en segundo lugar se encuentran Michoacán y Sonora con tres personas.

La persecución de personas buscadoras como personas defensoras de derechos humanos se ha vuelto algo que ellas mismas perciben como sistemático, sin que se ofrezcan protocolos de protección 100% eficaces y rápidos, siendo que en casos de emergencia dos segundos pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Las mesas de diálogo que se han instalado, han dado la oportunidad de que buscadoras puedan formular e impulsar sus propias políticas de protección y busquen el apoyo institucional para volverlas una realidad, aún así existen todavía muchos huecos y carencias que solo significan más peligro en sus labores de campo y hasta en su vida diaria.

“Nosotras proponemos y lo hicimos con la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, que se creen mecanismos con enfoque diferenciado, todos sabemos que somos en su mayoría mujeres las que salimos todos los días a buscar, en este enfoque diferenciado que también se conozcan las búsquedas, que se nos reconozca como defensoras de los derechos humanos, si bien se dice en medios que lo somos, ante las autoridades no”, explicó Bibiana Mendoza.

El caso más reciente que deja evidencia de la cifra negra de asesinatos relacionados con la búsqueda de personas desaparecidas ocurrió en Salamanca, con la desaparición de la buscadora Lorenza Cano, a partir de que fue víctima de desaparición cometida por particulares, tres de sus familiares han sido asesinados también, sobre su paradero, nada se sabe, el colectivo al que Lorenza pertenece y muchas más personas buscadoras se han unido a la exigencia por la búsqueda de la mujer, pero hasta ahora nada se sabe de ella.

Es precisamente la situación a la que cada buscadora teme cada día, muchas de ellas no por el hecho de arriesgarse a perder su propia vida, sino a arriesgar la de quienes las rodean, de vivir con la incertidumbre de que una situación como la de Lorenza se repita, en total impunidad pues cabe recordar que las personas que fueron detenidas por presunción de participación este caso fueron dejadas en libertad.

JAVIER BARAJAS TUVO QUE DEJAR SU TIERRA PARA PROTEGER SU VIDA

“Como buscadores rastreamos la huella de la vida y nos encontramos con nuestra propia muerte”, fue la frase que Javier Barajas Barrera dijo ante un foro con la CIDH, en el que se pidió, que se les reconociera como personas defensoras de los derechos humanos.

Javier Barajas Barrera, es miembro del colectivo Ángeles de Pie por Ti en Guanajuato, es padre de María Guadalupe Barajas Piña, quien fue desaparecida el 29 de febrero de 2020, a partir de entonces el y su hijo Francisco Javier Barajas Piña se dedicaron a buscarla y la encontraron, pero no como querían, pues Lupita fue hallada en una fosa clandestina en el Barrio de San Juan de Salvatierra en el estado de Guanajuato, junto con 80 cuerpos más.

Sumidos en el dolor de encontrar a Lupita sin vida, la familia Barajas tuvo que enfrentar otro dolor pues Francisco Javier Barajas Piña fue asesinado tres meses después de que sepultaron el cuerpo de su hermana, su familia es una de las tantas que han tenido que dejar su tierra para proteger sus vidas.

“Por haber encontrado a su hermana y por su insistencia en la búsqueda de personas desaparecidas, nuestro hijo Francisco Javier fue asesinado el 29 de mayo del 2021 tres meses después de que sepultamos los restos de su hermana, mi esposa y yo fuimos desplazados por la violencia y tuvimos que dejar atrás nuestro pueblo, nuestra casa, nuestra familia y amistades de toda la vida”.

Aún así, lo más doloroso para Javier después de la muerte de sus dos hijos es tener que haber dejado las búsquedas en campo con su colectivo, el no poder cumplir con la promesa de seguir buscando hasta encontrarlos a todos.

Todo esto nos ha traído agravios emocionales al grado de sentir que solo estamos sobreviviendo, aun así estamos con la esperanza de pedir verdad y justicia no solo por lo que pasó con nuestros hijos, sino por todos los desaparecidos de nuestro estado”.

Local

Se agudiza violencia en torno a buscadora desaparecida

Los paisajes de Guanajuato que antes fueron motivo de alegría para la familia Barajas, hoy solo traen dolor y los afectados no saben que mas hacer para que nadie más sufra lo que ellos sufrieron.

“Guanajuato no siempre fue así, era un estado tranquilo, antes podíamos pescar e ir con la familia a acampar en cerros de nuestro estado, ahora esos mismos campos son utilizados por los grupos delictivos como fosas clandestinas, la violencia que se vive en el estado de Guanajuato es muy preocupante, la impunidad que ha prevalecido autoriza a que sigan cometiendo estos hechos tan violentos”.