El Gobierno de Guanajuato interpuso una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República en contra de quien resulte responsable, por el delito de daños ambientales provocados por la emisión de contaminantes por el uso de combustóleo en los procesos productivos de la Central Termoeléctrica de Salamanca y de la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor, lo que ha provocado un aumento en las concentraciones de dióxido de azufre en los municipios de Salamanca, Irapuato y Celaya.
En rueda de prensa, el encargado del Despacho de la Procuraduría Ambiental y Ordenamiento Territorial, Anselmo Conejo Cornejo, dio a conocer que la denuncia penal fue presentada el 22 de marzo, tal como lo marca la Ley de Responsabilidad Ambiental, es decir, que fue de manera formal, por escrito y ante la Fiscalía General de la República por delitos ambientales en contra de quienes resulten responsables.
Anselmo Conejo Cornejo expuso que ésta es una primera acción en materia de denuncias, basada ésta en los artículos 1 y 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, pero adelantó que se preparan otras acciones, como denuncias ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, en donde explicó que los alcances de todas las denuncias es la reparación de los daños ambientales y de salud provocados por las altas concentraciones de dióxido de carbono por la quema de combustóleo para hacer funcionar a la Central Termoeléctrica de Salamanca.
Contaminaciones y omisiones
Por su parte, Isabel Ortiz Mantilla, secretaria de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, explicó que es la primera vez que se presenta este tipo de denuncia penal en Guanajuato y justificó que era necesario esto, debido a las omisiones y a la falta de información por parte de las dependencias federales, como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad e incluso la Secretaría de Energía, pues en total fueron enviados 11 oficios para solicitar información sobre los procesos que se llevan a cabo en la Central Termoeléctrica de Salamanca y la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor y al no recibir respuesta, se determinó interponer la denuncia penal.
“Vamos a seguir buscando y buscando por todos los medios que estas instancias se responsabilicen, ya que el tema de hidrocarburos es una competencia de la federación y que tiene que ser atendida; por ello, seguiremos con más denuncias administrativas y medidas jurídica”.
Isabel Ortiz Mantilla dio a conocer que el 22 de marzo, Petróleos Mexicanos les respondió y les dijo que sus procesos seguían de manera normal y que si había altas concentraciones de dióxido de azufre en Salamanca, probablemente sería por la movilidad de vehículos o bien por las ladrilleras que están en el municipio.
Ante esto, la Secretaria de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial dijo que eso no es posible, en primera porque las ladrilleras y el humo de los vehículos emiten partículas PM10 y las que están en el aire son PM 2.5, es decir, dióxido de azufre.
Incrementan niveles y ya hay afectaciones en salud
Ortiz Mantilla explicó que de acuerdo con el Inventario de Emisiones de Contaminantes Criterio y Precursores, realizado cuando la Central Termoeléctrica ya no usaba combustóleo para generar electricidad, se determinó que Salamanca contribuía con el 88% de las emisiones totales de dióxido de azufre, de las cuales la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor generaba 94.7% de ese contaminante y la Termoeléctrica el 4.6%.
La funcionaria estatal comentó que el tema llama la atención porque en municipios como Irapuato o Celaya, los cuales no tienen fuentes generadoras de dióxido de azufre, han presentado picos a causa de este contaminante, por lo que son efectos colaterales de lo que sucedió en Salamanca.
La norma NOM-022-SSA1-2019 señala que el límite máximo de exposiciones a una hora para el dióxido de azufre es de 75 partículas por billón y ha habido días en que se han triplicado estas concentraciones. Por ejemplo, el 23 de febrero fueron contabilizadas 250 partículas por billón, el nueve de marzo fueron contabilizadas 232 partículas por billón, el 18 de marzo fueron 246 partículas por billón y el 19 de marzo 251 partículas por billón.
“Aquí cabe destacar que la Central Termoeléctrica de Salamanca informó que el 23 de marzo terminó la etapa de emergencia, es decir, que dejó de usar combustóleo ante la escasez de gas natural en el país, pero vimos que en marzo hay picos, lo cual no se explica y por ello es que pedimos información, pero no la tuvimos”.
El combustóleo es el residuo que queda después de refinar petróleo crudo. Se prepara con otros materiales residuales que se mezclan entre sí y contiene un alto porcentaje de azufre. Isabel Ortiz Mantilla explicó que el combustóleo mexicano es uno de los que mayor concentración de azufre tiene, pues se compone de 4 a 5% de éste, cuando lo acordado con las normas internacionales actualizadas a 2020 es que debe tener no máximo 0.5% de azufre.