IRAPUATO, GTO.- Carlos Salcido, futbolista profesional del equipo las Chivas del Guadalajara, platicó con los jóvenes irapuatenses sobre su trayectoria y los esfuerzos que hizo para llegar a ser reconocido internacionalmente como uno de los mejores futbolistas mexicanos.
A través de Juventour del Instituto de la Juventud Guanajuatense (Guanajoven), Carlos Salcido se acercó a los jóvenes para contar parte de sus vivencias y cómo es que lo orillaron al futbol profesional, en su conferencia "De la talacha a la cancha" contó que proviene de una familia humilde de Ocotlán en el estado de Jalisco, pues cuando era un niño falleció su mamá de cáncer, dejándolos a él y a sus hermanos a cargo de su papá.
Sin embargo, tras las penas y el dolor, su papá se volvió alcohólico, descuidándolos y maltratándolos, situación que impulsó a sus hermanos mayores a migrar a Estados Unidos, y a él y su hermano menor dejándolos a su suerte, mientras su papá continuaba enviciado.
Así lo Dijo...
“A los jóvenes hay que dejarlos que se emocionen, se apasionen y se encariñen con algo, pues hay etapas de la vida para todo, y el resto del trabajo es para los padres, que los corrijan a tiempo, los guíen y les aconsejen”. Carlos Salcido / Jugador del equipo Guadalajara.
Carlos Salcido recordó que a veces no tenían para comer y su papá los corría de la casa, por lo que iban a la casa de su abuela a pedir asilo y comida, mientras que los vecinos de la zona les regalaban una torta de vez en cuando, pero hubo una ocasión que Carlos decidió hacer algo al respecto, cuando a su hermano lo convencieron de golpear a alguien a cambio de comida.
“En ese momento me sentí muy triste, demasiado, porque cómo mi hermano iba a estar ejerciendo violencia a cambio de comida, entonces me dije 'tienes que hacer algo, porque no pueden seguir así' y decidí irme a Guadalajara yo solito a buscar trabajo”.
El futbolista dijo que cuando llegó a Guadalajara estuvo viviendo con una tía, mientras tuvo uno de sus trabajos favoritos, lavador de camiones, pues dijo que conocía a todos los camioneros de Guadalajara y a mucha gente, entonces eso lo hacía sentir bien, además de que ganaba honradamente su dinero.
Más adelante se llevó a su papá y hermano a Guadalajara, donde les consiguió trabajo, se casó y continuó trabajando en fábricas, hasta que de forma inesperada lo invitaron a jugar fútbol unos amigos y ahí lo descubrieron, para más adelante volverse futbolista profesional y demostrar su verdadero talento, se le abrieron más puertas y las aprovechó hasta ser reconocido como uno de los mejores futbolistas de México; sin embargo, señaló que no fue fácil, pasó hambre, pobreza y violencia, hasta que decidió darle un rumbo a su vida.