Serán 50 años los que pasarán en prisión Simón N. y Arturo N., luego de que un juez determinara que sí participaron en el secuestro del hijo y la pareja activista y buscadora Norma Patricia Barrón.
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Casi cuatro años fue lo que tardó para que se diera resolución y los sujetos fueran sentenciados por el delito de secuestro agravado sin embargo, Norma Barrón contó en entrevista que aún así existe un riesgo latente, pues los dos hombres aún no han sido encarcelados, ya que permanecen todavía bajo arresto domiciliario.
Y es que tras dictada la sentencia por un juez, aún existe un proceso que debe llevarse a cabo antes de que se haga efectivo el encarcelamiento, este tiempo es vital para la activista y su familia, quienes se sienten en constante peligro y temor a las represalias, una vez que los hombres puedan evadir a la justicia y atentar contra su integridad, pues ambos formaban parte de un grupo delictivo.
“Estamos revisando para ver si se puede hacer ese cambio en la medida cautelar, porque al verse ya sentenciados, podrían intentar evadir a la justicia”, mencionó Norma Barrón.
Cabe recordar que Simón N. y Arturo N. quedaron bajo resguardo domiciliario, una vez que venció el tiempo límite para que pudieran enfrentar su proceso penal en la medida cautelar de prisión preventiva. Todo este tiempo, Norma Barrón ha solicitado que se doblen esfuerzos para su resguardo, pues tanto ella como su familia han sido objetos de amenazas y atentados, tanto que durante el proceso llegaron a sentirse como si ellos fueran los encarcelados, al no poder salir a realizar sus labores diarias, sufriendo así la revictimización.
Ahora, lo que sigue tras la sentencia es continuar con la investigación para encontrar a Kevin y Juan y la carpeta podría también relacionarse con muchas más desapariciones de otras madres a las que Norma ha apoyado desde el principio, madres que al igual que ella siguen en el camino hacia la justicia y sobre todo hacia la verdad, saber donde están sus familiares y así regresarlos vivos o muertos a su hogar.
“Estamos conformes con la sentencia que se les dio, estamos hablando de 50 años, es menor la condena que la del primero en ser sentenciado, pero se trata de personas de ya alrededor de 50 años, lo importante es que no puedan hacer daño a nadie más”.
El próximo seis de junio será llevada a cabo la próxima audiencia para la explicación de la sentencia y Norma Barrón espera que incluso antes de eso, se pueda cambiar la medida cautelar de los ahora sentenciados e ingresarlos a la prisión.
Así fue el secuestro
El primero de julio de 2019, Kevin Damián Martínez y Juan Rodríguez Calcanas fueron privados de la libertad por sujetos desconocidos; ambos se encontraban saliendo de su domicilio, entonces ubicado en la colonia Los Reyes.
Los delincuentes se contactaron con Norma para solicitar un rescate a cambio de su libertad, un rescate millonario que, según lo dicho por los criminales, compraría una esperanza para su hijo y su pareja.
Pese a que todo parecía ir en contra, Norma logró juntar el monto solicitado por los secuestradores. Deudas y problemas fue lo que obtuvo, para que al final todo se quedara en una promesa vacía.
El rescate fue entregado en dos partes, sin que hubiera una correcta intervención de las autoridades. Norma incluso relató haber pensado por un instante que los delincuentes terminarían también con su vida, al entregar el dinero, sobre todo la segunda parte del efectivo, el cual entregó a plena luz del día en el bulevar Diaz Ordaz.
“Voltéate”, le dijeron los hombres que recogieron el dinero, eso la hizo pensar que por la espalda le dispararon, pero no fue así, los sujetos se marcharon y no devolvieron a Kevin ni a Juan.
Norma tuvo que tomar fuerza de donde no la había y comenzó a buscar a sus familiares. Los datos la llevaron a ella y las autoridades a la detención de tres personas que actualmente se encuentran sentenciadas; sin embargo, de acuerdo con la activista, todo apunta a que se trataba de una gran célula de secuestradores, que aunque muchos ya han sido asesinados, presuntamente por los mismos grupos delincuenciales, aún existen otros que están en libertad; su única esperanza es que alguno de ellos pueda brindar la información de donde encontrar a sus familiares.