Irapuato, Gto.- Al menos 15 centros de rehabilitación cerraron por temor de ser víctimas de ataques en menos de dos meses, a partir de la matanza en un centro en Salamanca esta zona y otros municipios como Irapuato y Silao siguen con amenazas, dijo Nicolás Pérez Ponce, líder de Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío (CRUB).
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Este martes, líderes de anexos se reunirán para buscar alternativas en las que puedan mantenerse seguros, pues si bien, por un lado está la situación de varias personas que con su trabajo en estos centros dejarán de llevar sustento a su hogar, por el otro está el motivo principal de estos recintos, que es ayudar a que las personas puedan superar sus consumos problemáticos de sustancias y que su vida también pende de un hilo al tener que volver a sus vidas con sus tratamientos incompletos.
“No sabemos qué es lo que tenemos que hacer para que nos hagan caso, solicitamos ayuda a un representante de gobierno y dijeron que lo revisaban, pero esto es una situación urgente”.
El líder de CRUB explicó que son al menos 15 centros de rehabilitación que cerraron en municipios como Salamanca, Irapuato, León y Silao, la situación de amenazas creció a partir del ataque en Salamanca el pasado tres de octubre, actualmente centros en comunidades de Irapuato y Silao continúan bajo amenaza, y es que así como habitantes de distintos ranchos y comunidades expresaron haber recibido alertas por supuestos “toques de queda”, los Centros de Rehabilitación también fueron víctima de esto durante los últimos días.
“Nosotros estamos al día también, no podemos permitirnos vivir con esta situación, y por ejemplo, en Silao que hemos pedido apoyo, no se ve ni siquiera la presencia policial, el gobierno en lugar de tomar cartas en el asunto, mejor le interesan otras cosas, es preocupante”.
Añadió que al menos en Centros de Rehabilitación no son sólo mensajes, sino que también recibieron llamadas para amenazarlos.
“Anteriormente, los funcionarios decían, ‘se matan entre ellos por pleito de plazas’, ya están atentando contra personas que ni la deben, ahí que nos van a responder”.
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Resaltó que lo único que les queda ahora es la red del estado, en la que se reunirán para ver qué pueden hacer para garantizar su bienestar, pues se sienten “a la buena de Dios”.