La ciencia lo confirma: el coronavirus no fue inventado en un laboratorio como arma biológica, sino que se trata de un virus que evolucionó de manera natural.
El Dato...
La proteína S que tiene el coronavirus permite entrar al cuerpo humano sin problemas.
Luis Delaye Arredondo, investigador del Departamento de Ingeniería Genética del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) de Irapuato, dijo que la teoría conspiracionista que ronda en redes sociales y que sugiere que el coronavirus fue creado en un laboratorio no tiene sustento, debido a que el actual virus cuenta con una proteína llamada espiga o S, la cual utiliza para entrar en las células y humanas y que si hubiera sido creado en un laboratorio, dicha proteína utilizaría una estrategia molecular que ya había sido identificada en 2012, es decir, desde entonces ya se sabía el coronavirus, pero su estrategia molecular es nueva, lo cual indica que evolucionó en la naturaleza, sin manipulación humana.
Por ello, cuando el nuevo coronavirus entra al organismo, se une con células específicas del epitelio respiratorio, a través de la proteína S, la cual se encuentra en la superficie del virus; es decir, que la proteína S funciona como si fuera una llave en una cerradura.
Si este proceso hubiera sido provocado por manipulación humana, explica, esa vitamina no tendría la misma fuerza para ingresar, ya que sería rechazado, lo que sugiere que este virus evolucionó hasta poder ingresar al cuerpo humano.
“Diseñar esta nueva combinación de aminoácidos hubiera requerido un trabajo experimental enorme para los científicos y esto hace más probable que el SARS-CoV-2 sea resultado de un proceso evolutivo”, dijo el investigador del Cinvestav.
Por ello, la explicación científica indica que el SARS-CoV-2 evolucionó a través de la recombinación de coronavirus que infectan tanto a murciélagos como a pangolines y aunque aún no se sabe qué animal fue el que transmitió este virus al humano, lo cierto es que el hospedero intermediario pudo haber tenido una proteína simular a la humana, lo cual permitió el ingreso y con la transmisión de persona a persona pudo mutar, hasta hacerse resistente en todos los sistemas humanos.