No se conoce a ciencia cierta cuándo llegó a Irapuato, pero a estas alturas eso es lo de menos. Lo importante ahora es que desde el arribo a su tierra, Irapuato, la Virgen de la Soledad se ha convertido en la defensora de este territorio.
La tradición más generalizada y que ha sobrevivido por siglos es que un día por Irapuato andaba una carreta jalada por dos mulas. Entre la carga que traía la carreta era paja y debajo de ésta había un cajón de madera, de poco más de un metro de largo. En un principio, quienes atestiguaron la llegada de esa misteriosa carreta no se animaban a abrirla, hasta que alguien decidió hacerlo y se encontraron con la sorpresa de que dentro de éste venía la imagen dela Virgen de la Soledad, que desde entonces comenzó a ser venerada, pues ella había elegido llegar a Irapuato.
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Desde su llegada, los habitantes de Irapuato han acudido a ella cuando tienen problemas. Y tanto fue el culto que en la segunda mitad del siglo XVIII fue edificado el templo en su honor, que se encuentra en lo que hoy es la calle Ramón Corona.
210 años del gran milagro
Este 30 de abril no sólo se cumplen los primeros 100 años de la coronación pontificia de la Virgen de la Soledad, sino también los 210 años del conocido como Día de Irapuato, como escribió el historiador Eduardo M. Vargas en su texto titulado “El treinta de abril”.
Y es que fue el 30 de abril de 1812, cuando las tropas del guerrillero Albino García, quien había asolado al Bajío con sus ataques a poblados y ahora pensaba hacer lo propio con Irapuato.
“El ataque fue terrible y durante todo el día. En medio del tiroteo incesante, los defensores invocaban tanto ellos como el vecindario a María Santísima de la Soledad, jurada su patrona y generala”, decía el texto.
Albino García y sus tropas habían iniciado la destrucción de Irapuato. Balas de cañón hacían blanco en casas y varios inmuebles, al grado de derrumbarlos; sin embargo, el primer milagro llegó: una bala de cañón ingresó al templo dedicado a la Virgen de la Soledad y para sorpresa de quienes estaban ahí, ingresó sin dañar a ninguna de las personas que ahí estaban y tampoco provocó daño en la estructura del recinto.
El ataque seguía y un grupo de defensores hacían lo propio, pero pasó lo que no querían que sucediera: el parque con el que combatían a Albino García y sus tropas se terminó y los defensores se disponían a morir con resignación, cuando de pronto llegó el auxilio inesperado: una mula procedente del bando contrario y que arrastraba una carreta llegó hasta el bando de los defensores y lo hizo con parque abundante para continuar con la defensa. Igual que como llegó la Virgen, en una carreta, así llegaron las balas para la defensa.
100 años de coronada
Desde 1910, la Virgen de la Soledad sería coronada, pero tuvo que suspenderse esta situación, debido al inicio al conflicto armado en el país y que significó a la postre el movimiento de la Revolución Mexicana.
Sergio Montoya, sacerdote de la Diócesis de Irapuato y colaborador del Archivo Histórico de la Parroquia de La Soledad, compartió que la coronación a la Virgen de la Soledad se buscó desde el año 1910; sin embargo, la Revolución Mexicana lo impidió y fue hasta 10 años después, en 1921, cuando resurgió la idea de la coronación, la cual finalmente se llevó a cabo en 1922.
“El Papa Benedicto XV es el que otorga la Coronación Pontificia, ciertamente cuando la coronación se lleva a cabo, él ya había fallecido, pero fue él quien dio el decreto para la coronación de la Virgen de la Ciudad”, mencionó.
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Entre la información que guardan los documentos se sabe que para la celebración de la coronación se crearon diversos comités que se encargarían de la velada artística, el recibimiento de los prelados invitados de otros obispados, de la alimentación, entre otras actividades, lo que deja ver una sociedad organizada y unida por los festejos para la patrona de Irapuato.
Así, hoy la Virgen de la Soledad cumple 100 años de su coronación y 210 años de que salvó al pueblo irapuatense, ese que decidió que sería al que protegerá desde hace por lo menos dos siglos.