El abuso de sustancias es una problemática social con enfoque a la salud mental, la cual afecta tanto a adultos como a jóvenes y se están creando acciones por parte de las autoridades estatales para combatirla y concientizar a las personas para que puedan intervenir de manera oportuna si es que cuentan con algún ser querido que esté pasando por esta situación.

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Al respecto, el director Salud Mental de la Secretaría de Salud del Estado de Guanajuato, Manuel Aguilar Romo, explicó que no hay una diferencia en el registro de los casos de abuso de sustancias en jóvenes en los distintos municipios del estado de Guanajuato, pues mencionó que en los municipios con menor población da la impresión de que son más casos y en los municipios más grandes pareciera que el problema no es tan grave.

“Todos los municipios que conforman el estado de Guanajuato tienen exactamente la misma problemática, no hay quienes tengan más o menos consumo, pero mientras más chiquito sea el municipio, parece que el problema es mayúsculo, pero esto es debido a que la población es pequeña, en caso de municipios más grandes como lo son Irapuato, León, Celaya y Salamanca aparentemente el problema se diluye”.

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Añadió que la atención que se les ofrece a las y los jóvenes es completamente gratuita y ésta se brinda en los Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA) y está disponible para todo aquél que lo requiera, el único requerimiento es que acepten que tienen un problema y necesitan atención.

Enfatizó en que esto es un problema a nivel mental, el cual le puede suceder a cualquiera que no se encuentre bien emocionalmente y que esté pasado por una fuerte depresión y no un problema de adicción.

Informó que el rango de edad que tiene registrado la Secretaría de Educación y la Secretaría de Salud sobre el primer contacto con estas sustancias es desde los ocho años.

“De acuerdo con los datos que se han publicado tanto por la Secretaría de Educación como de la Secretaría de Salud en algunos casos el rango de edad en el cual se comienza el consumo de estas sustancias es a partir de los ocho años, lo cual es una situación que nos está obligando a intervenir de manera más activa en la población infantil y juvenil, para que mediante estrategias integrales tengamos atenciones y menores consumos de sustancias, que pudieran estar ligaras a situaciones mentales, por ejemplo”.