Anexos de Guanajuato “burlan” a la autoridad para no acreditarse

Sólo nueve establecimientos de 150 que hay en el estado están reconocidos por la Conadic

Christian Rendón / El Sol de León

  · domingo 27 de octubre de 2024

Anexos de Guanajuato “burlan” a la autoridad para no acreditarse / Francisco Meza / El Sol de León

León, Gto. - El secretario de Salud de Guanajuato, Gabriel Cortés Alcalá, aseguró que aunque la meta es regularizar los más de 150 centros de rehabilitación que hay en el estado, es complicado porque muchos de ellos cambian de domicilio cuando son identificados por las autoridades.

En entrevista, informó que la cifra de regulación de los anexos en Guanajuato no ha avanzado durante los últimos meses, pues sólo nueve están reconocidos ante la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic).

“La meta es regularizar todos, el tema es que a veces no se dejan, ese es el principal problema. Se tienen identificados más de 150 centros de atención a adicciones que de pronto, cuando acudimos nuevamente para proveerles de algún apoyo, ya no se encuentran en ese domicilio y eso dificulta un poco el tema de ofrecerles las estrategias y formatos óptimos para dar una atención adecuada a los pacientes que la requieren”, comentó.

El funcionario estatal añadió que lo que se busca desde la SSG es certificarlos en el estado y no por parte de la Conadic, ya que ese trámite le corresponde a ellos.

“Nosotros tenemos identificados más y estamos dándole seguimiento, entonces buscamos nosotros no la certificación de Conadic, ellos la tienen que solicitar con la federación, nosotros estamos buscando que cumplan con la normativa para poder ser reconocidos por parte de la Secretaría de Salud del estado”, añadió.

Comentó que el trabajo que hacen ellos es el acercamiento para brindarles la asesoría necesaria para que estén bajo reglamentación.

“El tipo de acciones que toma el área de riesgos sanitarios a cargo de la Secretaría de Salud es el acercamiento con estas casas donde atienden a pacientes con problema de adicción. Se les hace una recomendación y se les dice cuáles son los requisitos que deben tener para cumplir y después se regresa para verificar que los están gestionando”.


Focos rojos

Los centros de rehabilitación contra las adicciones, conocidos como anexos, en Guanajuato se han convertido en blancos de la delincuencia. De 2020 a la fecha, en Guanajuato han ocurrido tres masacres en este lugar, dos de ellas en Irapuato y una más en Salamanca, en donde el resultado ha sido de 42 personas fallecidas.

La mayor masacre ocurrió el primero de julio de 2020, cuando en el centro de rehabilitación ubicado en la comunidad de Arandas, en el municipio de Irapuato, 27 personas fueron asesinadas por tres hombres armados quienes habría ido a buscar a una persona de nombre Francisco, pero al decirles que no estaba ahí, decidieron asesinar a todos los hombres que había en ese sitio.

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En junio de 2020, 10 personas que había en un centro de rehabilitación ubicado en la colonia 24 de Abril fueron asesinadas por hombres armados. Este anexo, que tenía por nombre “Empezando una nueva vida”, anteriormente se ubicaba en la colonia Progresiva El Jaral, pero el ocho de febrero de 2020 fue incendiado, además de que privaron de la libertad a varias personas.

Aunado a ello, el pasado primero de octubre, cinco personas fueron asesinadas en anexo de Salamanca, además de que varias personas fueron privadas de la libertad y dos días después al menos cuatro de esas personas fueron encontradas sin vida en varios puntos de la ciudad, en una jornada en donde hubo el hallazgo de 12 personas asesinadas en menos de una hora.

El exsecretario de Seguridad Pública del Estado, Alvar Cabeza de Vaca Appendini, en su momento dijo que unas líneas de investigación con que contaban era que en estos centros de rehabilitación se escondían presuntos integrantes del crimen organizado para no ser asesinados por sus rivales, bajo una aparente intención de rehabilitarse.

Otra línea que se tenía es que los ataques ocurrían después de interrogar a las personas que ahí estaban para que les dijeran quién les vendía la droga cuando la consumían, para posteriormente asesinar a esas personas que eran las que distribuían las sustancias, particularmente el cristal.