En el marco del Día de Todos los Santos, familias irapuatenses se dieron cita en el panteón municipal para recordar a los “angelitos”, aquellos niños que partieron de este mundo antes de tiempo.
Este día está dedicado especialmente a recordar a los menores fallecidos, conocidos como “angelitos”, algunas de estas pequeñas almas murieron antes de nacer, otros debidos a enfermedades en la infancia, y algunas más, lamentablemente, por accidentes inesperados.
Desde temprana hora, familiares de estos niños finados acudieron al camposanto municipal, llevando flores, juguetes, muñecas, carritos y otros adornos simbólicos con las que embellecieron las tumbas y nichos de estos pequeños, entre quienes acudieron se encontraban abuelos, padres, hermanos, tíos y primos, todos unidos por el amor y la memoria de estos niños y niñas.
En una entrevista para El Sol de Irapuato, algunos familiares compartieron sus sentimientos y la importancia de mantener viva la memoria de sus de estos niños y niñas, con voces entrecortadas, algunas abuelas y madres recordaron que la pérdida sigue siendo tan dolorosa como el primer día, como si todo hubiera ocurrido apenas ayer, sin embargo, encuentran consuelo en su fe, esperando que algún día podrán reencontrarse con esos niños que dejaron un vacío inmenso en sus vidas.
Las ofrendas en el Día de Todos los Santos no son únicamente una expresión de cariño, sino también un ritual de tradición y esperanza, algunas mamás llegaron desde las primeras horas de la mañana para limpiar las gavetas de sus pequeños y decorar etas últimas moradas con colores vivos y ofrendas que representan el amor y la esperanza de un reencuentro en el más allá.
Para muchas de estas familias, la tradición de honrar a sus angelitos es una forma de mantener viva la memoria y de sobrellevar el dolor, estos juguetitos, las muñecas, los carritos, las flores y las veladoras son símbolos de amor que permiten imaginar a esos niños disfrutando de la vida que, aunque breve, fue profundamente significativa, para sus padres.