Tras el anuncio por parte de las autoridades estatales de Salud del retroceso a color amarillo en el semáforo epidemiológico, dueños de bares y restaurantes se encuentran preocupados pues este cambio significa una reducción en su aforo dentro de sus instalaciones hasta en un 80%.

Carlos García, dueño del restaurante 3636, dio a conocer que una reducción en el aforo ocasionara que sus ventas bajen hasta en un 30% y que sus gastos de producción y pagos semanales de empleados y servicios públicos se incrementen.

“El problema no es que cambie de semáforo, lo que pasa es que al ya no tener los mismos clientes todo se me encarece, pues ya no sale la misma ganancia que apenas comenzamos percibir luego de un año para el olvido”, mencionó.

Por su parte, Diego Gael Moreno, dueño del restaurante “El Guisado Bufet”, dijo que en caso de que este cambio de semaforización llegue a durar más de un mes, él se tendría que ver en la necesidad de recortar su platilla de trabajadores pues no sería costeable.

“En el 2020, tuve que darle las gracias (despedir) a más de cinco empleados, ahora si el semáforo sigue disminuyendo pues me tendré que ver en la necesidad de recortar personal, aunque no quiera, pues no saldría ni para pagarles si esto sigue para atrás” dijo.

El restaurantero dijo que esperará el mayor tiempo posible antes de tomar una decisión, sin embargo, espera que los contagios den tregua pues esto podría traer de nueva cuenta fuertes desgracias con la perdida de empleos y dinero.

“Creo que los dueños de los restaurantes somos los que más nos preocupamos, sabemos que de aquí viven muchas familias y despedir sería la última opción, pero si los contagios no bajan nos iremos a la quiebra”, agregó.