IRAPUATO, GTO. La Diócesis de Irapuato exigió a la sociedad y autoridades a dejar sembrar terror y muerte en el estado y en el resto del país.
Enrique Díaz Díaz, obispo de la Diócesis de Irapuato, exhortó a las autoridades a no dejar impunes los delitos y homicidios que han estado ocurriendo en el país, pues estos han sembrado muerte y terror en los habitantes.
“Cada día constatamos hechos sangrientos en México, en particular en esta zona del Bajío, donde aparecen nuevos ajusticiados con signos que van allá de la violencia: hallazgo de cadáveres descuartizados; incinerados y disueltos en ácidos.
“Esto es la locura del fratricidio, de la impiedad, del ultraje a la vida humana en forma despiadada”.
El obispo de la Diócesis dijo lamentar la muerte que sacudió a la Iglesia Católica, con el asesinato de dos sacerdotes, Rubén Alcántara Díaz, de la Diócesis de Izcalli, y Juan Miguel Contreras, de la Arquidiócesis de Guadalajara, mientras que los eclesiásticos Lucino Flores Sánchez, de la Arquidiócesis de Puebla y Moisés Fabila Reyes, de la Arquidiócesis de México, ambos murieron de manera extraña.
Por ello, Enrique Díaz Díaz solicitó a las autoridades que sus muertes no quedaran impunes, al igual que la de miles de personas quienes han sido victimas de la delincuencia, así como parar el crimen, pues este ha dañado a las familias y ha roto el tejido social.
“La violencia y los homicidios no han sido sólo a los religiosos, porque es a todos, nos da mucha tristeza que llaman “desconocido” a una victima, cuando esta fue un hermano, hijo o un padre de familia y que también deberíamos de gritar su muerte”.