A pesar de haber sido asaltado hace días en su puesto de fruta, Don Antonio Ortega, mejor conocido como “El Papayita”, a sus 83 años de edad sigue mostrando esa sencillez y amistad a las personas que saluda con afecto; y quien espera recuperarse pronto de las lesiones para seguir trabajando como lo ha hecho durante 60 años.
Luego del asalto que sufrió por delincuentes el viernes pasado, donde no hubo lesiones de consideración por fortuna, eso no mermó en el trato con la gente, quien indicó “todo bien, no me pasó nada... no tengo fractura (en la clavícula). Fui al hospital, me dieron de alta luego luego”.
Don Toño recuerda con impotencia y coraje ese asalto, “se me acercó un muchacho, me agarró por la espalda me sacó el dinero y se fue corriendo, no podía agarrarlo yo. Me dio una patada, pensé que estaba quebrado (de la clavícula), fui la hospital y me dijeron que estaba bien. Sentí coraje pero qué podía hacer contra un joven de 30 años”.
Sin embargo espera que sanen las lesiones para retomar como antes sus actividades porque no puede dejar de trabajar, “es que yo si no hago nada me siento más cansado que haciendo algo, por eso siempre estoy al día”.
Con familia que mantener, donde una de sus hijas sufrió una embolia y su esposa es invidente, Don Antonio se levanta temprano para surtir la fruta, “voy en el triciclo a traer la papaya, voy solo a las 5:00 de la mañana, vengo trayendo siete cajas”.
Sin embargo, por el momento estará en reposo en su hogar, “aquí voy a estar (en su casa frente al Club Campestre) vendiendo mis papayas, están baratas, voy a estar una semana aquí”. Mientras en lo que se recupera por completo, varias personas brindaron su ayuda a Don Antonio, al llevarle despensas y consumir su fruta.
Por último “El Papayita” dio muestras de gratitud, “estoy muy agradecido con todo mundo, creo soy mundialmente famoso”.