El matrimonio atraviesa por una fuerte crisis, pues ha sido debilitado desde varios frentes, a pesar de que antaño fue uno de los pilares que sostenían a la sociedad.
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Así lo señaló el rector del Seminario Diocesano de Irapuato, Efrén Silva Plascencia, quien dijo que junto con el debilitamiento de la figura del matrimonio ha venido también la fractura de la sociedad, que también está en un proceso de descomposición.
“Tenemos que partir de una gran realidad, triste, por cierto: hoy día existe una gravísima crisis del matrimonio y de la familia y lo vemos por todas partes, los matrimonios religiosos disminuyen, hay un gran aumento de matrimonios civiles y más aun de convivencias, una alta tasa de divorcios y una preocupante disminución de la natalidad y una emergencia educativa, sobre todo a raíz de la pandemia.
“El matrimonio no cuenta con el apoyo de la sociedad, es una de las estructuras más atacadas desde muchos ángulos, la cultura del individualismo y de lo transitorio, el sistema jurídico insensible y penalizador, las duras condiciones económicas, tales como el desempleo juvenil, la inseguridad laboral, el difícil acceso a la vivienda y la organización del trabajo refractaría las necesidades de la familia”, dijo el rector del Seminario Diocesano de Irapuato.
Por ello, Efrén Silva Plascencia dijo que el Papa, en su exhortación Amoris Laetitia, habla sobre las características que debería tener el verdadero amor conyungal, entre las que están de que debe ser auténtico, “seguir al otro por lo que es y se busca su bien, por lo tanto este amor es espiritual y al mismo tiempo incluye el afecto, la ternura, la intimidad, la pasión, el deseo erótico, todo dentro del matrimonio, el placer dado y recibido, la apertura a la procreación y la educación de los hijos.
“Se trata, me parece, de una amistad totalizante y como tal prefigura y anticipa la unión mística con Dios y representa una forma particular de santificación, una vocación específica”.
Y es que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en su reporte más reciente y que data a 2021, en ese año hubo nueve mil 211 divorcios, lo cual lo colocó en el estado número 11 en cuanto a la tasa de incidencia por cada 100 mil habitantes.
De esos nueve mil 211 divorcios registrados en el estado, cinco mil 186 fueron por mutuo consentimiento, en tanto que cuatro mil 25 fueron incausados.
Además, el Inegi también reportó que 31.2 % de los matrimonios se disolvió legalmente después de 20 años de matrimonio, 46.6 % duró entre seis y 20 años, 20.7 % tuvo una duración legal entre uno y cinco años, en tanto que 1.2% de los casos la duración del matrimonio fue de menos de un año.