Actualmente son cada vez más las mujeres que se encuentran a la cabeza de sus familias y salen a cumplir con jornadas laborales, algunas más largas que otras, lo cual las ha privado de estar presentes en fiestas o eventos, como el 10 de mayo, y sus familias se han acostumbrado a esto, pero tratan de buscar un presente o actividad para demostrar amor y gratitud.
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Algunas mujeres han asumido puestos que les demandan 12 o más horas de cada día, entre ellas se encuentran trabajadoras de maquiladoras o fábricas, personal de seguridad pública y privada y comerciantes, principalmente las que se dedican a la venta de artículos de temporada.
Vera Lizbeth Bernal es una de ellas. Se dedica desde hace algunos meses a trabajar como elemento de seguridad privada, pues con su trabajo lleva el sustento para sus cuatro hijos.
Anteriormente laboraba en una congeladora de fresas, donde las jornadas laborales eran más largas, pero en busca de un horario flexible para pasar más tiempo con su familia fue que cambió a donde se encuentra actualmente.
“Tengo hijos de 19, 18, 15 y 8 años, son todo para mí, pero soy yo sola con ellos y debo seguir trabajando para ofrecerles lo mejor”, contó.
Ni hablar de festivales escolares o desayunos sorpresa, pues entra a trabajar a las ocho de la mañana, pero debe emprender su camino con más de una hora de anticipación; a la salida del trabajo, sus hijos la reciben y relató que en especial el Dia de las Madres esperan a su llegada del trabajo para abrazarla.
“Mi mejor regalo es que estén conmigo, su sola existencia en el mundo me llena y me hace feliz, los presentes son aparte, solo los quiero a ellos”.
Vender todo el día
Otra realidad es la de las comerciantes, sobre todo las que fabrican regalos para esta fecha tan importante. Los horarios también son diferentes, pues los días fuertes de venta son precisamente los festivos, por lo que su familia hace lo posible por adaptarse a sus horarios y sobre todo a conseguir obsequios que puedan sorprenderlas.
“Pues yo vendo muchos regalos para las mamás, a veces mis hijos me dicen que ni saben qué regalarme, porque yo ya sé de todo, pero al final siempre encuentran algo para sorprenderme”, relató Luz María Rodríguez, que desde hace al menos 10 años se dedica a la venta de regalos en la colonia Las Heras, casi frente al templo de San Martín.
Flores de papel y otros materiales son fabricadas por Luz María. Sus hijos prefieren regalarle ramos naturales, con los que ella es muy feliz.
“Lo principal es que sigan viniendo, algunos por trabajo no vienen el 10, pero si pasan antes de que se vayan a trabajar”.
Otro caso es el de Linda y Guadalupe, quienes son hermanas y trabajan en el Mercado Hidalgo. Desde hace muchos años, una de ellas vende regalos y vestidos para niña, otra arreglos florales.
La jornada laboral en el mercado inicia desde muy temprano, sus hijos que ahora son todos mayores también son comerciantes y han aprendido a “celebrar mientras trabajan”.
“A nosotros los comerciantes pues no nos va a faltar para un taco, pero tenemos que privarnos de muchas cosas”.
Y es que fueron contadas las veces que pudieron tomar unos minutos para correr a las escuelas de sus hijos para escucharlos cantar o bailar el 10 de mayo, sin embargo, el resto de la tarde sí que los pasaban juntos pues todos sus hijos se creyeron con ellas en el mercado, donde aprendieron la labor del comerciante.