En Guanajuato, los rellenos sanitarios están prácticamente a punto de cumplir su vida útil, pues diariamente son generadas alrededor de tres mil 800 toneladas de basura en el estado; sin embargo, la tendencia ambiental indica que los rellenos sanitarios ya no son una opción por el impacto contaminante que siguen generando, pues aunque muchos cumplen con las normas, enterrar basura significa también seguir contaminando.
La solución a este tema la tiene un guanajuatense, Horacio Zárate Acevedo, un irapuatense que preside el Consejo Nacional de Energía y Petroquímica, quien en Veracruz ha echado a andar una planta procesadora de energía que no sólo está evitando que la basura sea enterrada, como sucede en los rellenos sanitarios, sino que además de obtener composta de todos los desperdicios procesados, genera energía eléctrica que le venden a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Hemos pasado de la época primitiva, del tiradero a cielo abierto altamente contaminante, generando gases de efecto de invernadero y además generando contaminación de los cuerpos de agua por el tema de los lixiviados, a este proceso ambiental y autosustentable.
“¿Qué viene? Ahorita se tienen que generar plantas de tratamiento de basura, que no se estén depositando en ningún espacio y que no haya ninguna situación contaminante”, explicó Horacio Zárate, quien dijo que este proyecto piloto que será traído a Guanajuato se está aplicando en el municipio de Cuitláhuac, Veracruz, donde ya le están vendiendo la energía que generan a partir de basura a la CFE.
Horacio Zárate explicó que el proyecto es altamente rentable, pues se trata de plantas modulares que pueden procesar 500, mil, mil 500 toneladas, pero a partir de mil toneladas ya se genera electricidad suficiente para comercializar, pues se usar en ciudades.
En un diagnóstico que el propio Horacio Zárate hizo sobre los 46 municipios, se podrían crear unas cinco plantas procesadora de basura y con ello no sólo dejar de contaminar el suelo y subsuelo, sino también tener ingresos por vender la energía a la CFE, hacer una mejor venta de los plásticos, vidrios y metales y donde Guanajuato podría estar a la vanguardia en este tema.
Horacio Zárate explicó que una planta procesadora que pueda hacerse cargo de más de mil toneladas tendría una inversión aproximada a los 500 millones de pesos, su construcción sería de no más de dos años, pero al primer año se estarían recuperando la inversión.
“La basura es el mejor negocio y por eso muchos quieren acaparar el monopolio, pero el objetivo principal no es hacer negocios, sino dejar de contaminar, la tierra nos lo está pidiendo”.
Guanajuato, octavo lugar en generación de basura
A pesar de que Guanajuato ocupa el octavo lugar nacional en generación de basura, con tres mil 840 toneladas de residuos generados diariamente, 60% de los 44 sitios de disposición final que hay en el estado ya deberían de estar clausurados o mínimo tendrían que haber sido rehabilitados conforme a las observaciones que las autoridades ambientales han hecho desde 2016.
De acuerdo con el Plan de Gobierno 2018-2024, en el eje “Desarrollo ordenado y sostenible” se estipula que de los 44 sitios de disposición final que hay en el estado, 15 están dentro del rango de sitios controlados, 15 son sitios no controlados y 14 más entran dentro de la categoría de relleno sanitario, donde uno de ellos es regional y da servicio a Abasolo, Huanímaro y Pueblo Nuevo.
Sin embargo, la Secretaría del Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial ha identificado que todos los municipios carecen de los reglamentos y el marco legal regulatorio local en materia ambiental y manejo de residuos, o bien, en donde sí hay, éstos no se encuentran armonizados con el marco jurídico estatal o nacional e incluso algunos no están actualizados.
Además, otra situación que ha sido identificada es que no ha habido un seguimiento en los instrumentos de planeación que permitan la mejora continua de los sitios de disposición final y donde una de las principales razones detectadas para que esto no se cumpla es que cuando hay cambio de administración municipal, se dejan de lado los proyectos para rehabilitar y mantener los rellenos sanitarios del estado.