En marzo de 2019, en una de las primeras acciones del naciente operativo Golpe de Timón, Angélica N., cuñada de José Antonio N., alias El Marro, había sido detenida por ser considerada como presunta operadora financiera del Cártel de Santa Rosa de Lima; un año y cinco meses después, volvió a ser detenida y de nuevo fue señalada como ser la que presuntamente movía las finanzas del grupo delictivo guanajuatense.

El Dato...

En enero de 2019, Angélica se casó en Veracruz con Javier, un elemento de la Policía Federal en activo, quien fue dado de baja.

De acuerdo con fuentes allegadas a la investigación para lograr la detención de El Marro, Angélica jugaba un papel importante en la estructura del Cártel Santa Rosa de Lima, pues era ella que la que se encargaba de realizar los pagos dentro de la organización, para evitar pleitos dentro de la misma. Los pagos a cada integrante los hacía en secrecía, nadie sabía cuánto ganaba el otro.

Angélica es originaria de Tierra Blanca, Veracruz, y el 19 de enero de 2019 se casó en ese municipio en una lujosa boda ala que asistió El Marro. Incluso, en aquel entonces, se pensaba de una posible llegada del Cártel Santa Rosa de Lima a aquella zona.

Sin embargo, Angélica regresó a Guanajuato junto con Javier, su ahora esposo y quien entonces era elemento de la Policía Federal en activo, donde presuntamente fue designada para encargarse de pagar la nómina a los pobladores que participaban en las acciones de alertar a los miembros del grupo delictivo sobre la llegada de las autoridades. Los que alertaban tenían un pago y los que realizaban los bloqueos con quema de vehículos tenían otro y Angélica era la encargada de que su dinero llegara puntual.

Cuando Angélica fue detenida el cinco de marzo de 2019, hubo una serie de quema de vehículos para intentar rescatarla, pero fue en vano; a los cinco días fue dejada en libertad, pues un juez alegó que hacían falta pruebas para inculparla.

Tras su liberación y la posterior captura de otros miembros del Cártel Santa Rosa de Lima, Angélica se fue ganando espacios dentro e la organización criminal, hasta convertirse en la que presuntamente manejaba todo el dinero, incluido el del pago de sobornos. Por segunda ocasión, Angélica será puesta a disposición de un juez.